lunes, 28 de marzo de 2022

Una Comunicación Interna débil destroza la rentabilidad de la empresa

Los indicadores más importantes para las empresas son aquellos que tienen relación directa con la rentabilidad. Los gerentes, financieros y demás directivos de las empresas se tiran horas analizando la rentabilidad y qué acciones proponer con el fin de que ésta mejore. Pero, en muchas ocasiones, se olvidan de algo que a priori puede parecer secundario y, sin embargo, es crucial para la mejora de los indicadores de rentabilidad. Se trata de la Comunicación Interna.

Invertir tiempo, dinero y esfuerzos en mejorar la CI puede resultar chocante cuando estamos en el frenético día a día de la actividad empresarial, cuando la competencia nos está pisando los talones o cuando ya lo hicieron hace tiempo y ya nos encontramos en un momento de supervivencia y/o reinvención. Pero la inversión en CI nada tiene que ver con esas primeras palabras que deben venirle a la mente a quienes miran números y estados de rendimientos cuando un lunático departamento de Recursos Humanos dice que lo que realmente necesita la empresa es mejorar en CI.

Por suerte, cada vez más, la alta dirección entiende que cualquier inversión en lo referente a las personas, siempre y cuando se cumplan criterios de proporcionalidad y un claro beneficio y retorno de dicha inversión, va a repercutir positiva y satisfactoriamente en todos esos indicadores que ahora aparecen en rojo en la cuenta de resultados.

La falta de CI en la empresa destroza la rentabilidad... "yo no lo sabía"; "a mi nadie me lo dijo"; "no veía sentido tener que hacerlo ahora"; "no creí que fuera tan importante"; "ya lo he hecho otras veces y nunca sé dónde va a parar mi trabajo"... son comentarios que denotan claramente una falta de CI en la empresa.

Y es que la ausencia de CI genera desinformación y trabajar desinformado provoca que se cometan fallos constantes de manera, probablemente, inconsciente. Además, sin comunicación hay desmotivación y ésta provoca frustración y una bajada en picada de la productividad, lo que provocará a su vez más "tiempo libre" dedicado a despotricar y crear rumorología que en nada ayudará a la empresa ni al clima laboral que en ella se respire.

La CI contribuye a que el personal esté informado sobre los valores, visión y objetivos a corto/medio y largo plazo de la empresa, alineando su rendimiento a la estrategia corporativa. Comunicar no es enviar un mail a "Todo el grupo", ni colgar una información en el tablón de anuncios físico o en la Intranet, tampoco es publicar algo en la web o en la revista y mucho menos explicarlo en una mesa de Dirección sin asegurarse de que ese mensaje fluya después. Comunicar significa compartir, poner ideas en común, encontrar un momento de diálogo para opinar... 

Una mala gestión de la CI en la empresa genera conflictos y dificultades que tardan mucho tiempo en repararse. Por citar sólo algunos ejemplos:

  • Desinforma y desalinea de la estrategia corporativa. Las líneas estratégicas no son conocidas y los empleados están desorientados, perdiendo eficacia y efectividad en su desempeño.
  • Desmotiva. Poco a poco el personal deja de sentirse parte de la organización, perdiendo el compromiso y dejando de colaborar.
  • Alimenta la rumorología. El personal creerá que la cultura de la empresa se basa en la desconfianza y la confidencialidad. La falta de transparencia hará que los empleados supongan y las suposiciones se acabarán convirtiendo en sus propias verdades, que serán difundidas rápidamente entre los demás compañeros de trabajo.
  • Desprotege al talento. Tanto al que ya tengamos como al que pretendamos captar. La falta de información, la rumorología y las malas referencias que estaremos generando, harán que el talento prefiera trabajar en otras empresas donde la información fluya de manera constante y transparente.
  • Deteriora el clima laboral. Cualquier acción que se lleve a cabo parecerá que ha sido ideada con malicia y secretismo. La negatividad será la manera de recibir dicha acción y la apatía y desidia serán las actitudes que se tomarán a la hora de llevarla a cabo, perjudicando de nuevo la productividad y el clima laboral que se respire.
  • Satura la bandeja de entrada. Cuando las personas no tienen claros los canales de comunicación oficiales comienzan a escribir emails en los que suelen poner en copia a todo el que consideran. Sin un sistema jerarquizado o centralizado de responsables de un proyecto determinado, de una campaña o de unas tareas, además de un interlocutor para cierto tipo de asuntos, el mail puede convertirse en una herramienta contraproducente.

La comunicación motiva y la motivación dinamiza, la dinamización produce y la producción permite mejorar la rentabilidad y los beneficios de la empresa y de todos los que en ella trabajan.