lunes, 25 de enero de 2016

La comunicación siempre se degrada

Por contextualizar, y de manera resumida, quiero comenzar este post señalando cuáles son los factores que intervienen en un proceso de comunicación:
  • Como mínimo un emisor (quien emite el mensaje) y un receptor (quien lo recibe), que pueden ir cambiando de rol en función de quien esté emitiendo el mensaje en cada momento.
  • Un mensaje (lo que se quiere decir, el contenido), que se transmite a través de un canal (internet, teléfono, presencialmente) y con un código determinado (idioma, señales).
  • Y todo ello ocurriendo en un contexto determinado (político, profesional, íntimo, en la calle, en una oficina, en un estadio de fútbol)

¿Has participado alguna vez en el juego del teléfono estropeado?



El resultado del juego del teléfono estropeado es la evidencia de que en cualquier proceso de comunicación ésta se degrada, agravando esta degradación en función de cómo se encuentren los factores que en ella intervienen. Un emisor con problemas en su pronunciación, un receptor con problemas de escucha, un mensaje mal codificado o un contexto en el que haya mucho ruido, pueden ser potenciadores de la degradación en el proceso de comunicación.

Todo esto se complica si introducimos otros factores que hasta ahora no había mencionado:
  • Aspectos de la comunicación verbal (CV): tono, pausas, ritmo, velocidad, volumen, claridad…
  • Aspectos de la comunicación no verbal (CNV) o paralingüística: apariencia, postura, movimientos corporales, gestos…

Estos aspectos de la comunicación verbal y no verbal son, en realidad, los que causan un mayor impacto mucho más allá de las palabras en sí. Según teóricos de la comunicación, se habla de los siguientes porcentajes de impacto sobre el interlocutor:
  • Aspectos del lenguaje corporal (CNV): impacto del 55% sobre el emisor
  • Aspectos de la voz (CV): impacto del 38%
  • Palabras (contenido): impacto del 7%

Es evidente, por lo tanto, que:
  • Debemos ser conscientes que la comunicación se degrada siempre, por lo que el contenido de una información que nos llega a través de otro a quien también le llegó, tiene la fiabilidad que tiene. Cuando perdemos consciencia de esta evidencia la rumorología campa a sus anchas y caemos en las incorrectas interpretaciones de los mensajes.
  • El cómo decimos las cosas tiene una incidencia mayor en la causa-efecto buscada o esperada que el contenido explícito de lo que estamos diciendo. Nuestra forma de hablar refleja nuestra forma de pensar y, si queremos obtener un resultado concreto en quien o quienes reciben nuestro mensaje, deberemos cuidar principalmente el cómo lo vamos a decir.


viernes, 15 de enero de 2016

¡Blog Ganador! Es de bien nacido ser agradecido

Hace ya unos años presentaba en este mismo Blog mi modelo de las 3F:
  • Feedback: reacción, respuesta u opinión que recibimos de nuestro interlocutor y nos ayuda a conocer la aprobación o rechazo del mensaje emitido con el fin de continuar así o implantar las mejoras que se consideren convenientes.
  • Feelback: emoción con la que se da el feedback. Es decir, el tono que le ponemos a esa reacción hacia nuestro interlocutor.
  • Freeback: la idea de que dar un feedback es gratuito.

Hoy, 15 de enero de 2016, me han comunicado que este blog: “Nosotros: las personas en la empresa” ha resultado Ganador en la categoría RRHH de la 2ª Edición de los Premios Educa a los Mejores Blogs Temáticos.


Con este artículo quiero aplicar mi modelo de las 3F a vuestro reconocimiento con los votos recibidos durante estas semanas, así como los acumulados por parte del Jurado Profesional.

Por vuestra parte he recibido vuestro feedback en modo de votaciones y visitas a la web del blog, por lo que con ellas creo que me dais a entender que los contenidos que comparto son de vuestro agrado y ello me empuja a seguir en esta misma línea de mantener vivo este espacio.

También he recibido vuestro feelback en todos aquellos casos en los que me habéis escrito mensajes públicos en los propios artículos, privados a través de mis diferentes redes sociales y felicitaciones durante el día de hoy tras conocer la noticia.

Además, esto lo habéis hecho de manera totalmente gratuita (freeback), porque no habéis obtenido ningún beneficio a cambio, mas que el que yo os pudiera ofrecer con lo que estaba compartiendo en mis artículos y en mis eBooks.

Por mi parte, os hago llegar mi feedback con estas líneas que ahora estáis leyendo a modo de total satisfacción y orgullo por ver recompensado con vuestro cariño mi trabajo. Os lo hago llegar también con una emoción y sentimiento (feelback) de agradecimiento y cariño difícil de plasmar en palabras escritas y, por supuesto, una vez más de manera totalmente altruista (freeback), pues como bien sabéis este blog es totalmente ocioso y motivado sólo por el querer compartir con vosotros algunas de mis reflexiones.

No quisiera acabar sin felicitar a todos los finalistas, así como al resto de participantes de esta edición por el trabajo que dejan registrado en sus blogs los cuales podréis visitar en la clasificación elaborada por Educa.net a quienes también doy gracias por la organización de este tipo de concursos didácticos.

lunes, 11 de enero de 2016

If not now, then when

Esta frase la tengo colgada desde hace años en mi oficina de trabajo y cada día la miro durante unos instantes. En ocasiones mientras la observo consigo llegar a ese punto en el que mi vista se difumina y deja fluir mis pensamientos.

Cualquier cosa que pretendo hacer y de la que dudo, cualquier reto que me propongo emprender, un objetivo que cumplir y una meta que alcanzar, adquiere fuerza cuando me detengo a mirar ese trozo de papel colgado ahora al lado de la ventana.

Ante aquella situación más cotidiana que puedas imaginar en la que dudas sobre si llevarla a cabo o no, se puede encontrar la respuesta en esta frase que consigue disipar rápidamente la duda que te tenía paralizado. Darle al “enviar” de un mail que puede resultar duro de leer a quien lo recibe, levantarte de tu silla para hablar con tu Director sobre algo no precisamente amable, descolgar el teléfono y hacer la llamada que menos te apetecería hacer… “Si no es ahora, entonces cuándo” ¿Para qué dilatar algo que tarde o temprano tendrás que realizar y que mientras llegue ese momento sólo conseguirás generar en tu interior angustia y malestar?

La duración de un estado en el que ahora te encuentres puede tener las horas contadas, de hecho así funciona la vida de la que ni siquiera eres conocedor de cuándo se te puede arrebatar. Por esto hay que ser realista y a partir de ahí actuar con optimismo y valentía, arriesgando cada vez que lo creas oportuno, porque de vida sólo hay una y hay que vivirla de la manera que uno desee, sin más.

Atreverse y ser valiente es la única manera de romper rutinas y de conseguir propósitos, ya que te permite salir de tu zona de confort y explorar el mundo que existe fuera de ella. El riesgo a equivocarse existe, pero siendo ese el caso siempre se podrá aprender, se podrá rectificar y se podrá cambiar el rumbo con más experiencia y fortaleza. Soy de los que piensa que aún existe algo peor a ese riesgo que hay de equivocarse y es el equivocarse por no haber hecho nada y ser consciente de ello cuando quizás ya sea demasiado tarde para dar el paso.

Te invito a recortar o guardar esta imagen y te invito también a que la cuelgues en un lugar visible: en la nevera, en tu mesa de despacho, como marcador de páginas del libro que estás leyendo, como fondo de escritorio de tu pc… y que cada vez que dudes de algo o que alguien te transmita su duda ante una situación por la que esté pasando, juntos seáis capaces de ver con más claridad si es realmente ahora el momento y conviene actuar sin postergar algo que tendrá que hacerse igualmente más adelante.


lunes, 4 de enero de 2016

16 preguntas que deberías saber responderte en 2016

Igual que hice en los años anteriores juego con el nuevo número (el 16) para presentarte, en esta ocasión, una lista de preguntas que te invito a realizarte y a responderte con el único objetivo de autoreflexionar para llegar a ser mejor de lo que ya eres. Espero que te guste este primer artículo del 2016 y aprovecho la ocasión para desearte un feliz año lleno de éxitos.

  1. ¿Cómo he llegado hasta aquí? No hay que olvidar nunca el pasado que te ha traído al lugar que hoy ocupas. Hay que saber reconocer todos tus méritos y también todos tus errores, porque de los unos y de los otros se obtiene experiencia y aprendizaje.
  2. ¿A quién se lo debo? Pues está claro que alguien te ayudó cuando viniste a este mundo, alguien te dio lo que necesitabas para crecer como persona y alguien te ayudó a crecer profesionalmente. Es importante valorar el esfuerzo que realizaste y el que otros realizaron por ti.
  3. ¿Estoy donde quiero estar? Sólo tú sabrás si te conformas con lo que tienes o si crees encontrarte en un lugar muy diferente al que soñaste tiempo atrás. Si este es el caso, quizás estés en un punto intermedio del viaje y debes seguir caminando para encontrar tu destino. 
  4. ¿Me gusta cómo me veo a mí mismo? La autopercepción es realmente la que vale en esta vida. Al fin de cuentas sentirse bien con uno mismo es lo más importante, independientemente de lo que otros opinen de ti que queda relegado a un segundo lugar.
  5. ¿Qué más puedo hacer? Está claro que siempre se puede hacer algo más. Siempre podemos mejorar como personas, como profesionales, como pareja, como padre, como madre, como hijo... sólo es cuestión de quererlo.
  6. ¿Por dónde empiezo? No todo lo que tienes planificado es importante y urgente. Debes saber poner orden y priorizar, poniendo en práctica técnicas asertivas y de delegación de tareas en caso de desbordamiento. Es importante focalizarse en un número concreto de tareas para cumplirlas con altos niveles de calidad. También es importante no entrar en situaciones de caos, colapso y estrés.
  7. ¿Hago lo que decido o hago lo que deciden que haga? El ser humano es egoísta por naturaleza. No olvides nunca esto, porque si te descuidas puedes estar siendo una marioneta de otro que está siendo más listo que tú y está utilizándote para conseguir sus propios objetivos. Vence tus miedos y tus inseguridades y sabrás ser el dueño de tus propios actos.
  8. ¿Debería intentarlo o mejor no arriesgo? Caerse está permitido, equivocarse por intentarlo también. De eso nunca te arrepentirás mientras seas capaz de ver el lado provechoso y utilizarlo para seguir emprendiendo, perdiendo el miedo al fracaso y cargándote de más fuerza y energía en tu próximo reto. Si dudas, ¡hazlo!.
  9. ¿Qué debería cambiar? Cuando te preguntes esto no pretendas grandes cambios de manera rápida. Haz un listado con pequeños avances que sabes que puedes asumir con cierta facilidad y deja las metas para otro momento, porque durante la carrera tienes que ir pensando en los puntos de avituallamiento necesarios para seguir adelante.
  10. ¿Qué me diferencia del resto de personas? Por ser quien eres ya eres diferente, tu marca personal es también intransferible. Aprovecha esta exclusividad, encuentra tus puntos diferenciadores positivos y poténcialos con el fin de alinear tus posibilidades a tu estrategia personal o profesional.
  11. ¿Qué voy a hacer mañana? Aunque lo más importante siempre es vivir el presente sin olvidar el pasado, no debes olvidar mirar también hacia el futuro. Si quieres ser mejor y sabes que es posible, porque así lo quieres, sólo te falta convertir tus pensamientos y deseos en acciones. No te vayas a dormir sin tener claro lo que quieres hacer mañana.
  12. ¿Cuánto tiempo dedico a ser feliz? Ser feliz no quiere decir que en una hora de ocio o con ciertas personas vayas a serlo. Puedes ser feliz en cualquier situación, en cualquier contexto y con cualquier persona, sólo tienes que saber encontrar aquello que te gusta y disfrutar mientras lo haces.
  13. ¿Dedico el suficiente tiempo a los demás? Nunca olvides que lo más importante somos nosotros, las personas. En la vida privada y en la profesional tienes que prestar atención a las personas por encima de todo. Sin ellas no sería posible ser quien eres, estar donde estás, conseguir tus objetivos y mucho menos avanzar sintiéndote una persona feliz.
  14. ¿Tengo a quien acudir cuando lo necesite? Cuidando de los demás en todo momento cuando ellos lo necesiten, no olvidar tus vínculos, tus raíces, tu red de contactos… te permitirá estar protegido cuando más vulnerable puedas sentirte ante cualquier adversidad.
  15. ¿Soy consciente de mis fortalezas y de mis debilidades? Deberías serlo. Conocerse a uno mismo es vital para marcar su propia hoja de ruta. Aprovecha tus fortalezas, resuelve tus debilidades y verás como conseguir lo que te plantees es mucho más fácil.
  16. ¿Me adapto con facilidad a los cambios o me resisto a abandonar mi zona de confort? La resistencia al cambio, el miedo a fracasar si salimos de nuestra burbuja, el miedo por lo desconocido y la conformidad, nos lleva a ser siempre mediocres. Lo vemos en nuestra situación política, donde seguimos siendo resistentes a cambiar aquel panorama del que llevamos años quejándonos; lo vemos en muchas empresas, que siguen viviendo como hace décadas; lo vemos también en muchas personas, que viven bajo humillación por miedo a decir ¡basta!... Si lo crees necesario, no lo pienses, atrévete y cambia, porque aceptar lo que no te gusta sólo te lleva a estar peor contigo mismo.