lunes, 27 de junio de 2016

Fatiga e insatisfacción laboral

Las exigencias del puesto de trabajo suponen una serie de esfuerzos por parte del trabajador que requieren un consumo de energía. Cuando este consumo es mayor al que el empleado puede hacer frente, se produce la fatiga.

Aunque se podría hacer una distinción entre fatiga física y fatiga mental, en función de cuál sea el tipo de carga soportada en el trabajo, ambas conllevan sin duda riesgos para la salud de los empleados. Estos riesgos, si no son prevenidos y evitados a tiempo o gestionados correctamente una vez se manifiestan, se acabarán traduciendo en irritabilidad, preocupaciones, falta de energía, insomnio, alteraciones fisiológicas, disminución del rendimiento, falta de motivación, absentismo laboral, etc. Todo ello consecuencia de un cansancio del empleado que derivará en insatisfacción laboral por su parte y por parte de la empresa, que verá cada vez más inestable su plantilla.


La cantidad y calidad de información recibida (por exceso y por defecto), el tiempo en el que una persona está expuesta a una carga de trabajo elevada, la falta de planificación, el empeoramiento de las relaciones interpersonales que se establecen entre iguales y superiores, la inflexibilidad horaria, la aparición de rumores, la imposibilidad de participar en las decisiones, la falta de comunicación, la incapacidad de resolver conflictos… además de las características propias del empleado: edad, condición física, preparación formativa, predisposición, tendencia de su perfil psicológico… y del lugar donde éste trabaja: falta de luminosidad, ruido, temperaturas extremas… son factores que tarde o temprano acaban influyendo en la manifestación de fatiga e insatisfacción laboral.

Cuantos más factores se produzcan, mayor será la posibilidad de que exista un grado más elevado de insatisfacción laboral y, en consecuencia, mayor probabilidad de fracaso profesional del empleado y por consiguiente de la empresa.

Es por eso que se hace necesario que en la empresa exista la figura de una o varias personas encargadas de la prevención de estos riesgos laborales, además de una colaboración por parte de todos (jefatura y personal subordinado) en el control continuo de la denuncia, evitación y solución de estos factores negativos, con el fin de prevenir los riesgos a los que puede verse expuesta la plantilla de la organización. 

Las acciones que se llevan a cabo en materia de prevención de riesgos laborales pueden ser correctivas o preventivas. Las primeras se aplicarán cuando la consecuencia ya es manifiesta y la causa identificada, mientras que las segundas permitirán evitar la manifestación de riesgos en el futuro o minimizar su impacto en el caso de que surjan. Está claro que debemos ser proactivos (actuar antes de que algo ocurra) y no reactivos (actuar/reaccionar ante un hecho) para evitar, en la medida de lo posible, tensar la cuerda hasta llegar a provocar su ruptura. Poner a los empleados al límite, en muchas ocasiones, puede llevarles a una fatiga e insatisfacción laboral que podrían llegar a ser crónicas, con todos los perjuicios que supondría para la salud del propio empleado, de quienes le rodean, de los clientes y obviamente de la propia compañía.

viernes, 17 de junio de 2016

Lo que ocurre en las redes sociales es un claro reflejo del mundo en el que vivimos

Como sabéis los que seguís mi blog desde hace tiempo, muchas de mis publicaciones son fruto de experiencias vividas, leídas y/o escuchadas.

Trato de reflexionar esta vez después de una de mis últimas publicaciones en Facebook y Twitter sobre el documental "The Cove" (podéis verlo en el siguiente enlace en versión española "La Ensenada"), no tanto por el contenido en sí del documental, cuya denuncia abriría un gran debate a nivel mundial, sino por parte de la reacción de mis seguidores en ambas redes sociales (sin ánimo de personalizar la crítica a ninguno de ellos, sino más como una autocrítica a nuestra sociedad).

Hace unos días me recomendaron ver este vídeo sobre lo que ocurre en Taiji (Japón) donde masacran a más de 23.000 delfines cada año. En él se denuncia y refleja claramente el desconocimiento de la mayoría del pueblo japonés, y por consiguiente del mundo, y la manipulación de los gobiernos que obtienen beneficio económico de dicha cacería. Tras visionarlo y comprobar que era un buen documental merecedor de ser compartido y denunciado por todos, lo publiqué con la intención de que no cayera en el olvido y continuase estando vivo en la red.


Un vídeo de cualquier personaje del corazón o de cualquier freaky televisivo, que se está embolsando miles de euros a costa de la audiencia que les sigue y ríe sus gracias, se convierte en viral en las redes en cuestión de minutos. Todo lo contrario con lo que ocurre con este documental, en el que se están poniendo sobre la mesa temas tan serios como la crueldad gratuita del ser humano, el atentado contra la naturaleza, el pasotismo de muchos políticos, las mentiras de los medios de comunicación y la creciente ignorancia de los ciudadanos, que incluso ven afectada seriamente su salud sin ser conscientes de ello. El vídeo pasa desapercibido en la red (teniendo en cuenta la cantidad de personas que tenemos acceso a él –cualquiera con conexión a Internet–) y una minimuestra de ello es los casi inexistentes likes que ha tenido mi publicación en comparación a cualquier otra que hubiera hecho sobre “mi primer día de playa del año”, “la comida que hoy ha preparado mi madre” o “la foto jocosa de una petarda televisiva a la que entre todos estamos haciendo multimillonaria” (aunque esto último yo no lo publicaría jamás en mis espacios).

Y aquí va mi reflexión.

El ser humano no nace egoísta, no nace insensible, no nace inhumano, no nace con valores tan desarrollados como los que al final acaba demostrando en su hacer, pensar o decir. Los valores, que a través de ciertas conductas mostramos los ciudadanos de este mundo, siempre hablando en términos generales, se aprenden, se inculcan, se copian de otros y se integran en la personalidad del individuo aceptándolos y entendiéndolos como normales. Parece que cada vez más estamos programados para convertirnos en seres egoístas, cuyo único objetivo es salvar nuestro propio trasero y obviar cualquier cosa que ocurra a nuestro alrededor... claro!! mientras ésta no nos afecte directamente.

¡Sálvese quien pueda!, parece que este es el valor de moda en la sociedad del siglo XXI.

miércoles, 8 de junio de 2016

4 habitaciones para explicar "La ventana de Johari"

La Ventana de Johari es una herramienta psicológica que una vez la conoces te ayuda a mejorar el conocimiento que tienes sobre ti mismo (autoconocimiento), además que permite que te aproximes a saber qué conocen y piensan los demás de ti.

Esta herramienta te ayudará también en cualquier estrategia de marca personal que quieras emprender o mejorar, porque te dará pistas de hacia dónde dirigir y potenciar la comunicación con los otros.

Para explicar más gráficamente la Ventana de Johari vamos a imaginar una casa de dos plantas con dos habitaciones cada una. En total cuatro habitaciones, que mirándolas de arriba abajo representan el Yo (A) y mirándolas de izquierda a derecha representan a los Demás (B). Además de estas dos variables intervienen otras dos: el Conocimiento (1) y el Desconocimiento (2), por lo tanto, la información y opinión que tanto Yo como los Demás tengo y tienen sobre mí y sobre la información que emito.

Estas habitaciones están interconectadas entre sí, por lo que cualquier información puede fluir de una estancia a otra. Y en parte, ese es el objetivo…

Las posibles combinaciones entre las variables son las siguientes:
  • A-1 Lo que Yo conozco de mí
  • A-2 Lo que Yo desconozco de mí
  • B-1 Lo que los Demás conocen de mí
  • B-2 Lo que los Demás desconocen de mí

Por lo tanto, jugando con estas 4 combinaciones daríamos nombre a las 4 estancias de la casa:
  • A-1 + B-1. Habitación Libre: información sobre mí mismo conocida por todos. Si te predomina esta área eres una persona transparente que te muestras tal y como eres y que te importa poco lo que los demás piensen de ti.
  • A-2 + B-1. Habitación Ciega: la información está fuera de nuestro control y es por ello que estamos expuestos a que salgan a la luz aspectos que pueden perjudicar la percepción que los demás tengan de mí. Difícilmente existen aspectos positivos ciegos, pues son los primeros que tratamos de poner con mayor rapidez en el área Libre. 
  •  A-1 + B-2. Habitación Oculta: formada por toda aquella información sobre mí de la que soy consciente y que puedo controlar y filtrar de cara a los demás. Es la zona privada, en la que tenemos nuestras ideas, secretos y miedos que preferimos no compartir, porque creemos que no serán aceptados ni compartidos por los demás. Esta habitación predomina en personas reservadas y que hablan poco sobre sí mismas.
  • A-2 + B-2. Habitación Desconocida: la habitación del subconsciente, donde la información está totalmente descontrolada, pues ni yo ni nadie la conoce. En ella puede haber tanto aspectos positivos (talento) como aspectos negativos que todavía no hemos descubierto, porque sólo se manifiestan ante determinadas circunstancias de las que todavía no hemos sido partícipes.


El objetivo de la Ventana de Johari es incrementar al máximo el espacio de la habitación Libre, reduciendo por lo tanto el espacio de las otras tres. Para ello nuestra transparencia, lealtad y comunicación efectiva (con todas las habilidades sociales que ello comporta) deben tener un papel protagonista en nuestro Yo, de manera que permita mejorar nuestras relaciones interpersonales.

Las acciones o técnicas que podemos llevar a cabo para disminuir el tamaño de esas 3 habitaciones, aumentando el tamaño de la habitación Libre son:
  • Preguntar a los demás sobre mí: disminuirá el área Ciega ya que la información desconocida por mí pasará a ser conocida.
  • Arriesgar y afrontar nuestros miedos: disminuirá el área Oculta, pues abriremos nuestra información escondida a los demás, pasando a ser por todos conocida.
  • Innovar y descubrir: hacer cosas nuevas y diferentes podrá darnos información de cómo somos y pensamos ante ciertas situaciones, dejando espacio vacío en el área Desconocida.

lunes, 30 de mayo de 2016

Marca personal y Redes sociales: resolviendo ecuaciones de segundo grado

Lejos me queda la época en la que aprendí a realizar ecuaciones en clase de matemáticas. Quizás hoy me costaría poder resolver alguna y necesitaría unas cuantas horas de refuerzo antes de dar con la solución o soluciones. Y hablo de “soluciones” en plural, porque sí que recuerdo aquellas en las que más de una solución podía ser correcta.

Esto mismo ocurre cuando ponemos en juego variables como nuestra marca personal y las redes sociales. La ecuación entre ambas puede darnos soluciones en positivo y también en negativo, aunque para que sea una u otra tendrán que ir interviniendo otros factores que a continuación mencionaré.

Un buen uso de las redes sociales puede potenciar tu marca personal, dirigiéndola hacia el objetivo que te hayas propuesto y por el cual estás invirtiendo recursos (principalmente tiempo) en construir, llenar de contenidos y publicar en las diferentes redes sociales. Por ejemplo, si tu objetivo es dar la mejor imagen de ti, ser capaz de vender tu marca personal como la de un buen profesional de los Recursos Humanos y hacerte más empleable de cara a empresas que quieran contar con perfiles como el tuyo, tendrás que saber en qué redes sociales participar (LinkedIN, Twitter, Blogger, Wordpress,…) y sobre todo cómo lo vas a hacer (contenido de interés, siguiendo a una red de contactos vinculados con los Recursos Humanos, compartiendo contenido de otros, respondiendo a quienes se dirijan a ti, etc.).

De otra manera, si pretendes conseguir el mismo objetivo del ejemplo, seguramente no utilizarás redes sociales como las arriba indicadas para publicar tu vida, la de tus amigos o cualquier información irrelevante para el público objeto de tu reto, que es el de conseguir mejorar tu empleabilidad en el sector de Recursos Humanos. Si hicieras esto, el resultado de la ecuación sería negativo, pues estarías consiguiendo el efecto totalmente opuesto al esperado. Por lo tanto, si quieres estar presente en redes sociales como Facebook e Instagram, por poner sólo algún ejemplo, lo harás orientando tus publicaciones personales a un público más privado y cercano.

Cualquier red social (todas las mencionadas hasta ahora, por ejemplo) puede ayudarte a alcanzar tu objetivo marcado si su uso se orienta con los mismos criterios a los que antes hacía referencia: contenido interesante para tus seguidores, feedback a quienes opinan o publican información de tu interés o dirigida en exclusiva a ti, etc.


Tienes que recordar siempre que identificar la marca personal y potenciarla no está relacionado con la cantidad (no hace falta estar presente en todas partes, recuerda que las redes sociales no son gratuitas porque el tiempo que a ellas dedicas es muy valioso en tu vida) sino con la calidad de tus publicaciones. Y, por supuesto, aquello que transmitas en el mundo online (el de las redes sociales) tiene que ser consecuente con lo que realmente transmites y haces en el mundo offline o real.

Estas variables, tenidas en consideración, te van a ayudar a expandir tu marca personal con mayor rapidez, enseñando al mundo lo que haces. Pero del mismo modo, su mala gestión podría destrozar la imagen que los demás tienen de ti. 

lunes, 23 de mayo de 2016

La verdadera definición de la palabra "Riqueza"

Hoy he buscado en el diccionario la palabra “Rico/a” y como primera acepción he encontrado la siguiente:

1. adj. “Adinerado, hacendado o acaudalado”

No contento con la definición he buscado la palabra “Riqueza”:

1. f. “Abundancia de bienes y cosas preciosas”

...y como aún me he quedado menos conforme, me permito escribir la siguiente reflexión.

Cuando sólo se habla de riqueza en términos económicos me pongo enfermo. ¿De verdad se sigue pensando que ser rico es sinónimo de tener mucho dinero? Os voy a demostrar que eso no es siempre así.

En mi entorno profesional estoy cansado de ver ejecutivos septuagenarios que ostentan cierto poder dentro de las organizaciones y, aun no siendo los propietarios del negocio, siguen trabajando a pesar de su avanzada edad. No cabe duda de que personas que llevan prácticamente medio siglo en activo están cobrando sueldos muy elevados comparado con los salarios cutres que la mayoría tenemos hoy en día, pero sus ansias de seguir cobrando sueldos de futbolista al final de cada ejercicio les impide retirarse y dejar paso a las nuevas generaciones.

Me imagino la vida de estas personas con apenas unas horas libres al día; las justas para cenar, mientras piensan en la agenda del día siguiente quedándose dormidos en el somientras ven las noticias. Cuando llegan las vacaciones, si es que las disfrutan al completo, estarán en la piscina de un hotel en bañador y con el teléfono corporativo atendiendo cualquier llamada y pendientes de lo que ocurre en sus empresas, pensando que sin ellos éstas se van a ir al traste.

Cuando un susto cardíaco o cuando sus cuerpos dicen basta y la vida les invita a abandonar la burbuja profesional en la que han estado viviendo durante tantos años, se encuentran que no saben hacer prácticamente nada en casa, en la calle, con ¿amigos?... Algunos de ellos caen realmente enfermos, otros directamente dicen adiós a este mundo y otros pocos consiguen salir de ese pozo para comenzar a vivir, dándose cuenta que tienen una gran riqueza cada vez que echan un vistazo a sus cuentas bancarias y a sus acciones, pero que en realidad son mucho más pobres de lo que nunca pudieron imaginar.

Apenas les queda tiempo, el poco que les queda no saben cómo disfrutarlo, se dan cuenta de que la vida se les ha pasado y que ya es imposible volver atrás. Sólo les queda reconocer que fueron muy ricos, como lo somos la mayoría cuando somos personas jóvenes y vitales, pero no supieron darse cuenta a tiempo que la riqueza disminuye cada día que pasa. Sólo les queda entender que se equivocaron al escoger la definición de la palabra “riqueza”. Se quedaron anclados con la definición literal del diccionario.

Y ahora, ¿puedes pensar en riqueza de otra manera? ¡Yo lo tengo muy claro! Cierto es que existen unos mínimos económicos que nos deben permitir satisfacer nuestras necesidades básicas. Los sobreingresos económicos a costa de la inversión de nuestro tiempo sólo nos van a hacer ser los más ricos en nuestra muerte, pero nos quedaremos muy lejos de haber sido ricos durante la vida, pues no habremos sabido aprovecharla a pesar de haber tenido la gran oportunidad de hacerlo.



lunes, 9 de mayo de 2016

La negación, la incertidumbre y la asertividad, ¿con cuál te quedas?


Ante la negativa hacia una propuesta, invitación o petición existen tres maneras diferentes de responder:

1. Decir “no”, es la manera que suelen utilizar las personas poco empáticas y con habilidades sociales poco desarrolladas. Es una forma un tanto brusca (y en ocasiones maleducada) de rechazar algo a nuestro interlocutor.
2. Decir “sí, pero no”, utilizado por aquellas personas que no quieren quedar del todo mal y camuflan su negativa de una manera poco habilidosa, dejando en duda y bajo libre interpretación al que recibe esa respuesta. Al final, este tipo de reacción suele llevar a confusiones, malinterpretaciones y generación de malestar en ambas partes.
3. Decir “no” sin decir “no”, sería lo que define mejor la respuesta asertiva. Ésta es la que permite a la persona expresar oposición, combinando componentes verbales y no verbales, de la manera más efectiva posible. Sería una forma clara de negativa, que no tiene posibilidad de dudas, pero en la que las habilidades del emisor neutralizan o suavizan el impacto hacia el receptor.

Y me pregunto yo, ¿tanto cuesta esto?

Supongamos un ejemplo sobre un proceso de selección en el que un entrevistador da cierre a la entrevista de trabajo con el candidato:
  • Caso 1. “…, muy bien Pedro, hasta aquí la entrevista. Siento comunicarte que no vas a cubrir el puesto vacante porque no te adaptas al perfil que estamos buscando”
  • Caso 2. “…, muy bien Pedro, hasta aquí la entrevista. Tendremos en cuenta tu solicitud y te mantendremos informado de la decisión tomada al respecto”
  • Caso 3. “…, muy bien Pedro, hasta aquí la entrevista. Agradecerte el interés y comentarte que para este proceso se busca una experiencia mucho más focalizada en estos puntos y en tu caso no es así, pero de todos modos no te preocupes porque esta entrevista me ayuda a conocerte y poder tenerte en cuenta para próximos procesos vacantes que puedan surgir”

En el Caso 1 está claro lo que se pretende expresar y no hace falta entrar en el detalle del poco tacto que el entrevistador ha tenido con Pedro.

El Caso 2 es el típico en el que se le dice “sí, te tendré en cuenta” y el candidato se marcha con la idea de que tarde o temprano le llamarán para continuar el proceso iniciado, pero en realidad esa llamada nunca llega. Con la seguridad que le transmitió el entrevistador, decide ponerse en contacto de nuevo y, por segunda vez, se le dice que el proceso sigue abierto y que se le mantendrá informado de la evolución (un segundo “sí, pero no” que retroalimenta al anterior)… y así podríamos seguir con un tercero y un cuarto hasta agotar el interés del candidato, habiéndole generado frustración e impotencia a la vez que al entrevistador le habrá generado molestia al recibir esas llamadas y no saber cómo salir de ellas, aunque está claro que él es el principal responsable de este proceso de comunicación fallido.

En el Caso 3 la asertividad adquiere un papel fundamental. El entrevistador le deja claro al candidato que no se le va a tener en cuenta en ese proceso, disipando cualquier duda y esperanza que éste pudiera tener al respecto. A pesar de esta negativa, se le deja abierta la puerta a otros procesos futuros. Se podrían usar muchos otros argumentos asertivos (“no te preocupes Pedro, sigue buscando que tienes mucho potencial y es la persistencia la que te llevará al objetivo buscado”, “tienes muy buenas cualidades para esto, por lo que cuando hayas adquirido un poco más de experiencia vuelve a ponerte en contacto conmigo”, etc.), pero en todas ellas el “no” va acompañado de habilidades empáticas que facilitan el entendimiento y el éxito del proceso de comunicación.

¿Qué más puedo decir?, ¡sobran más palabras!

miércoles, 27 de abril de 2016

El impacto de las NTIC en la sociedad actual

Un reciente estudio del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) ha sacado a la luz una serie de datos relacionados con el impacto que las NTIC (Nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación) están teniendo en las nuevas y no tan nuevas generaciones.

Estos datos nos dan nitidez a la realidad que por todos es bien conocida, pues nos dan porcentajes de población y de comportamientos asociados al uso de las nuevas tecnologías.


Según las estadísticas aportadas por el CIS, el 92.5% de los encuestados considera que las NTIC han provocado sin duda un cambio en la vida cotidiana del ser humano. Aun así, el 86.5% opina que existe una dependencia al uso de las nuevas tecnologías, pero a la vez se hace inevitable que así sea.

No cabe duda que el boom de las tecnologías ha tenido un doble impacto, positivo y negativo, en nuestras vidas. En concreto:

Pros:
  • Mayor alcance y rapidez en el flujo de información desde prácticamente cualquier punto del globo terráqueo y en cualquier hora del día.
  • Facilidad de comunicación interpersonal entre personas alejadas físicamente.
  • Creación y alimentación constante de redes de conocimiento por parte de los usuarios que en ellas participan.
  • Aumento en las relaciones sociales virtuales con personas desconocidas y con las que de otro modo sería muy difícil contactar.
  • Facilidad en la difusión de las marcas personal, profesional, empresarial, comercial… pudiendo llegar de manera rápida y con diferentes formatos (escrito, audiovisual, multilingüe, etc…) a los públicos objetivo.
  • Dependencia mutua entre generaciones. Los padres y tutores ya no son los únicos dueños del conocimiento y del saber; ahora también necesitan de la ayuda de los menores que forman parte de una nueva generación mucho más experta en temas tecnológicos. El 68.1% de los padres afirman que la ayuda de los hijos se hace necesaria.

Contras:
  • Impacto negativo en la comunicación entre padres e hijos, cada vez más escasa en la mayoría de los hogares españoles (el 68.3% de los encuestados apoyan esta afirmación)
  • Disminución en la comunicación con la pareja (un 52% cree que las nuevas tecnologías te atan más a la vida laboral y esto irrumpe en los momentos de asueto personal)
  • Mayor aislamiento social con las personas próximas al entorno personal.
  • Nos hemos convertido en personas más perezosas y sedentarias.
  • Hemos dejado de lado el consumo y práctica de otras actividades: libros, música, cine…
  • Aumento de riesgos por pérdida de privacidad al dejar huella pública de quiénes somos, dónde estamos, con quién estamos…

En definitiva, una serie de beneficios y riesgos de los que somos conocedores, pero de los que además deberíamos ser conscientes sin bajar la alerta en ningún momento. Al ser conscientes, en cuanto a los beneficios, podremos exprimir mucho más las sinergias y las posibilidades de conocimiento exponencial que nos ofrecen las NTIC. En cuanto a los riesgos, evitaremos sustos y caer en errores de los que a la larga podamos llegar a arrepentirnos. Una reflexión complementada por datos objetivos de la opinión que tiene la sociedad actual respecto al impacto que las nuevas tecnologías están teniendo sobre nosotros en esta Nueva Era.

El uso de la psicología inversa en el entorno laboral

La psicología inversa suena a truco barato, a manipulación, pero en determinadas circunstancias y contextos organizacionales, sobre todo cu...