martes, 3 de diciembre de 2019

DICIEMBRE: San Nicolás, el altruismo personificado

Qué rápido pasa el año y ya entramos en el último mes de este 2019 ¡y de esta década! Este mes, en el que la Navidad es su guinda, quisiera introducir un aspecto muy relacionado con las fechas, pero que debería estar presente no sólo en diciembre, sino cada día durante todo el año. Me refiero al Altruismo, entendido en términos generales como la ayuda a otros sin esperar nada a cambio. Para poder personalizar este término de la psicología social os presento al que será el duodécimo personaje histórico de este año: San Nicolás.



Nicolás de Bari, también conocido como San Nicolás de Myra, fue un obispo del siglo IV nacido en tierras de la actual Turquía en el seno de una familia adinerada. Desde niño tuvo un carácter generoso y piadoso hacia los demás, heredando la fortuna de sus padres y poniéndola al servicio de los más necesitados. Cuando sus padres murieron fue consagrado obispo en Myra (actual Turquía), donde murió en el año 343. Pero la leyenda que más vinculación tiene con San Nicolás y que celebramos la noche del 24 de diciembre es la de Papá Noel o Santa Claus. Es cierto que la figura de este amigo de los niños que trae regalos en estas fechas navideñas tiene una gran fantasía a su alrededor, pues las leyendas, las creencias y el marketing como el de Coca-Cola, le han convertido en un viejo adorable vestido de rojo y blanco y vecino del Polo Norte, donde vive rodeado de duendes que le ayudan en la fabricación de los juguetes y regalos que le piden los niños a través de cartas y que reparte con la ayuda de sus renos y su trineo.


Si bien es cierto que la leyenda de San Nicolás dista mucho de la que todos conocemos hoy día en referencia a la de Santa Claus, pues le hemos cambiado la historia de su vida, además de haber trasladado su lugar de residencia a 4.000km al norte y le hemos cambiado hasta el aspecto físico, en el fondo se ha mantenido la esencia de su personalidad, una persona que decidió compartir su fortuna con los demás y que tuvo especial atención con los niños que vivían en condiciones más humildes en aquella época. El concepto altruismo es precisamente el que mejor define este tipo de gesto, pues ser una persona altruista implica que pone en práctica un comportamiento hacia los demás que disminuye las vulnerabilidades de estos, incluso en detrimento del bienestar propio. Las personas altruistas utilizan la cabeza y el corazón a la hora de actuar y consiguen alinear ambos, transmitiendo coherencia en sus actos y poniendo en práctica muchos elementos de la inteligencia emocional: empatía, automotivación, autorrealización…

El altruismo se puede ejecutar de diversas maneras: a veces escuchando a personas que necesitan ser escuchadas, a veces dando consejos a quienes se sienten perdidos y, por supuesto, materializando el gesto en regalos, alimentos y donaciones. Lo importante es la disposición de ayudar a los demás, mostrando preocupación por ellos y atención de manera desinteresada. El “sacrificio” personal en favor de estas otras personas no deja de ser, a la vez, un beneficio individual que repercute sutil, pero directamente en nuestro crecimiento personal. El sacrificio se convierte en un sentimiento de paz interior, al que muchos critican de motivación egoísta, pues se busca en realidad el beneficio propio.


Mi opinión sobre este último punto es que siempre tiene que haber quien busque las mil vueltas para acabar haciendo de algo positivo algo totalmente perverso. Es cierto que podría haber personas que decidan participar en donaciones para mejorar su prestigio y autoimagen, pero éstas se identifican claramente, pues hacen público su gesto “altruista”. No quiero decir que todo el que haga pública una ayuda hacia otro sea un falso altruista, pero sí es cierto que aquellas personas que lo hacen de manera anónima y discreta seguro no están intentando lavar públicamente su imagen. Aunque el primer caso no puede ser etiquetado dentro del concepto altruismo tal y como éste se define, si queremos buscar el lado positivo de ambos tipos de personas (las que actúan por motivación egoísta y las que realmente lo hacen de manera altruista) y es que al fin de cuentas los más necesitados están obteniendo un beneficio que les permite mejorar la situación que tenían anteriormente.


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2 comentarios:

  1. Com sempre, interessant i instructiu. Hi ha molta gent altruista, anònima, que encara fa tenir esperança en la humanitat. Gràcies i que tinguis un Bon Nadal. Anna Hernández

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    1. Moltes gràcies Anna, com sempre, per llegir-me. Ets una seguidora incondicional :)
      Esperem que aquesta gent mai ens falti. Bon Nadal!!

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