martes, 27 de mayo de 2014

3 ingredientes para un buen cocktail comunicativo

Hace unos meses escribí tres artículos dedicados a tres de las habilidades comunicativas más importantes: la escucha activa, la empatía y la asertividad.

En el artículo de hoy pondré a las tres en un mismo cocktail para defender la idea que si ya por separado son habilidades clave cuando hablamos de comunicación, la mezcla de las tres se convierte en una bomba comunicativa.

Antes de probar ese cocktail valoremos qué pretendo obtener al utilizar estos tres ingredientes. Para que el éxito comunicativo sea perceptible se debe conseguir que la comunicación logre el efecto que se desea (eficacia), que además lo haga con el menor número de recursos y tiempo posibles (eficiencia) y, por supuesto, que exista la posibilidad de obtener un beneficio tras la acción objeto de comunicación (efectividad).

Ahora que ya os he explicado el fin al que deseo llegar, entremos más al detalle en cada una de estas tres habilidades comunicativas:
  • Escuchar activamente requiere no sólo un sobreesfuerzo al que se hace cuando oímos, sino que es necesario un esfuerzo también superior al que se hace cuando simplemente escuchamos. Oímos el teléfono, el canto de los pájaros y el murmullo de la gente que habla a nuestro alrededor en la calle. Escuchamos a nuestro jefe cuando nos indica que la reunión está a punto de comenzar, a nuestra madre cuando nos avisa de que la comida está lista y al turista que por la calle nos pregunta sobre una dirección. Pero escuchar activamente requiere además activar un proceso de interpretación no tanto de lo que está diciendo esa persona, sino del cómo y del porqué lo está diciendo. Requiere, sin duda, activar nuestros mecanismos de empatía.
  • Para activar nuestra empatía no sólo basta con ponerse en el lugar del interlocutor, sino que debemos entenderle en su conjunto como persona única y diferente al conjunto de individuos de un colectivo, con una cultura, unos conocimientos, una experiencia profesional y una vida personal que le son propias. Sabiendo por tanto alejarnos de nuestros prejuicios y de nuestras ideas y opiniones, porque empatizar no quiere decir estar de acuerdo o no, simplemente es entender el trasfondo del mensaje que nos emite esa persona y lograr confeccionar una respuesta acorde a la expectativas emocionales del otro.
  • Y digo emocionales porque dado el caso que tengamos que negar la petición del otro, las formas que acompañen a ese mensaje harán que el decir un "no" diste mucho si lo hacemos desde la negación que si lo hacemos desde la asertividad. Porque ser asertivo implica una expresión emocional sin castigar ni amenazar al otro, sino simplemente siendo franco, sincero y coherente con lo que expresas, lo que piensas y lo que haces. Una conducta asertiva en esta línea distará mucho de ser percibida como un ataque o un rechazo por parte del individuo que la recibe.

Si lo que perseguimos es una comunicación eficaz, eficiente y efectiva, el uso adecuado de las habilidades comunicativas (que previamente tendremos que haber madurado) es la clave para el éxito comunicacional.

Ahora sí, ¡probemos qué sabor tiene nuestro cocktail!


2 comentarios:

  1. Cuando induzco a la lectura comprensiva hago mucho hincapie en la escucha activa, gracias por permitirme conocer este interesante artículo, felicitaciones y adelane.

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    1. Gracias a ti por tu tiempo en la lectura y por el comentario que escribes. Celebro además que el contenido del artículo haya sido de tu interés. Saludos!!

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