El
nuevo informe Decoding Global Talent 2024, de BCG lo deja algo claro:
España y, en especial, Barcelona, están en el radar global del talento. Pero
ojo, que no todo es tan sencillo como atraer, también hay que saber retener.
Este
estudio es la fuente de datos más grande del mundo sobre las preferencias de
los trabajadores en cuanto a dónde y cómo quieren trabajar. Está basado en una
muestra de más de 150.000 personas encuestadas en 188 países durante los últimos 10 años.
Esta
semana estuve en el evento que organizó InfoJobs en sus oficinas en
Barcelona para debatir justo sobre eso: qué está pasando en el mercado laboral,
cómo se está moviendo el talento y qué papel jugamos desde RRHH para responder
a estos desafíos.
Barcelona
se cuela en el 8º puesto del ranking de ciudades más atractivas para
trabajar en el extranjero, compartiendo ranking con gigantes como Londres o
Nueva York, lo que nos habla de un magnetismo real: clima, vida social, buena
conexión internacional y un ecosistema laboral en crecimiento la hacen brillar.
Por su parte, España vuelve al top 10 de países preferidos para trabajar, después de haber perdido puntos durante la pandemia, que nos afectó tan negativamente, donde directamente desapareció de ranking. La calidad de vida sigue siendo un imán (lo dice el 75% de los encuestados), junto a nuestra cultura abierta y ese equilibrio tan buscado entre trabajo y vida personal.
Latinoamérica nos mira con especial interés por idioma, por cultura, por cercanía. Muchos argentinos, chilenos y mexicanos ven en España una oportunidad para desarrollarse sin partir de cero. Ahora bien, los españoles no están tan lanzados a irse fuera: solo un 8% busca trabajo en el extranjero, frente a un 23% global. Y ese 8% está básicamente compuesto por jóvenes y perfiles tecnológicos, sostenibles o enfocados a inteligencia artificial.
Uno
de los puntos críticos del evento fue el referido a atraer talento
internacional cuando los procesos burocráticos lo frenan. Muchos asistentes lo
compartíamos: “Tenemos candidatos que podrían incorporarse mañana… si no fuera
por los papeles.” Aquí hay una tarea urgente: España necesita modernizar sus
mecanismos para que el talento que quiere venir pueda quedarse. Y no hablamos
solo de trámites, sino de cómo integramos y desarrollamos a esos perfiles.
El 66% de los profesionales españoles estarían dispuestos a trabajar en remoto para empresas extranjeras. Y ese número no es casual. El teletrabajo ya no es un parche postpandemia, es una puerta abierta al mundo. Una que puede ser clave para la internacionalización del talento local.
En
resumen: tenemos potencial, pero nos falta velocidad. España y Barcelona tienen
ingredientes únicos: estilo de vida, diversidad, creatividad, talento… Pero si
queremos estar realmente en el centro del nuevo mapa laboral, hay que facilitar
más, acompañar mejor y adaptar nuestros procesos a esta nueva realidad.
Y
para finalizar, se abre la gran pregunta: ¿Tu empresa está preparada para
atraer y gestionar talento global? ¿Tus procesos están pensados para un mundo
sin fronteras?