jueves, 9 de febrero de 2017

4 cualidades de los directivos humildes (por AméricaEConomía.com)

Estamos en FEBRERO, mes del Azafrán y de la Humildad en este Blog. 
Comparto con vosotros este artículo que me ha resultado interesante.


Se dice que los directivos humildes son la llave del éxito para las empresas del siglo XXI. Así lo entiende, el profesor emérito del IESE Antonio Argandoña, en su ensayo para el libro "The Global Financial Crisis and Its Aftermath", quien destaca que el líder humilde es precisamente la persona más capacitada para transformar su empresa en una organización rentable, respetada y de éxito.

Pero, ¿cuáles son las cualidades de este tipo de directivo?
Aquí te dejamos alguna de ellas, publicadas en un artículo de IESE Insight.

Para el profesor emérito del IESE, Antonio Argandoña, este tipo de directivos confían en su capacidad, pero no en demasía, y no irán más allá de sus posibilidades ni serán excesivamente cautos en sus decisiones. 


1.    Conocen bien su empresa y a sí mismos. Las decisiones de un directivo empiezan con el conocimiento del entorno interno y externo, incluidas las fortalezas y debilidades de la organización y de sus miembros. Los directivos humildes y conscientes de sí mismos cometen menos errores y son más dados a aceptarlos y aprender de ellos. O, lo que es lo mismo, están en mejores condiciones de tomar decisiones.

2.    Son estables y confiables. Se caracterizan por una mayor templanza. Confían en su capacidad, pero no en demasía, y no irán más allá de sus posibilidades ni serán excesivamente cautos en sus decisiones. No son implacables pero tampoco indecisos, más bien ecuánimes y coherentes. 

3.    Nunca dejan de mejorar. Armados con ese conocimiento de sí mismos y la disposición a pedir ayuda y aceptar las críticas, pueden corregir mejor su rumbo y compensar sus carencias. Conocer los defectos propios no les desmotiva, sino que lo encuentran estimulante. Así, en lugar de rebajar sus ambiciones y conformarse con lo logrado, lo aprovechan para mejorar. 

4.    Ayudan a su equipo y a toda la organización a mejorar. Esa voluntad de mejorar impulsa a los demás a hacer otro tanto. La humildad elimina barreras y genera confianza, lo cual permite que los miembros del equipo se sientan a gusto y se expresen libremente. Saben que su líder les escuchará y tendrá en cuenta su opinión, por muy dispar que sea. (Más información sobre el valor de escuchar a los empleados en "Dé voz a sus empleados, el mundo se lo agradecerá").


08 de febrero de 2017, 10:51
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