¿Alguna
vez has sentido que el trabajo que realizas cae en saco roto? ¿Has echado de
menos alguna valoración por parte de algún responsable?
Hoy
hablaremos de lo que me he permitido el lujo de llamar “Modelo 3F ”.
De
la primera de estas “F” habremos oído hablar muchas veces, es la famosa retroalimentación
o “Feedback”, entendido como la
percepción que tienen los otros de nuestro desempeño profesional. Es la
respuesta o valoración que me hacen llegar sobre el resultado de la tarea que
me encomendaron. El feedback debe servirnos para corregir, mejorar o
simplemente para informar del buen desempeño de una tarea o trabajo. Podrá ser,
por lo tanto, una respuesta reforzadora o correctora, en cuyo caso deberá ser
constructiva y plantearse como guía para que la próxima vez el trabajo salga
mejor.
Teniendo
en cuenta que esta valoración puede ser delicada y, partiendo de que su
finalidad es la de reforzar o mejorar conductas, la forma de tratarla por parte
del emisor debe ser desde la cordialidad, manteniendo un tacto en la
descripción y en el cómo decir las cosas para que sienten mejor. Es aquí cuando
aparece la segunda de las “F”, aquella que siempre deberemos tener en cuenta:
el “Feelback”, entendido como el sentimiento
o emoción que le ponemos al feedback. La empatía, las habilidades sociales, la
intuición, la prudencia, el sentido del humor, la humildad y el autocontrol
serán buenos aliados para que la combinación feedback+feelback surja efectiva.
Estaremos
de acuerdo en que escuchar críticas o valoraciones de los otros sobre nuestro
trabajo no suele gustar. A las personas no nos gusta, a priori, que nos
evalúen, pero la verdad es que tampoco nos gusta pensar que la ausencia de un
feedback signifique que nuestro esfuerzo puesto en la actividad desempeñada
haya pasado inadvertido. Los trabajadores necesitamos puntos de referencia para
saber si las cosas las estamos haciendo bien o las estamos haciendo mal. En
esta línea, sólo mandaros un mensaje: “queridos y queridas líderes, dar una
respuesta cordial a tus colaboradores sobre el desempeño profesional es gratis,
no supone un coste económico a la empresa y, en cambio, no hacerlo puede
suponer un importante coste emocional y por tanto productivo”. Etiqueto aquí la
tercera de las “F”, que se relaciona con esta idea de gratuidad. Es el “Freeback”.
La fórmula del Modelo 3F:
Implicamos a nuestro personal
Feed (alimentar) Mejoramos la comunicación
Feel (sentimiento) + back
(de vuelta) = Damos sentido al trabajo realizado
Free (gratis) Corregimos malos hábitos
Reforzamos
el talento
Obtenemos
mejores resultados
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