Si de algo ya estábamos convencidos en
los últimos años era que en las empresas, como en la vida misma, las “personas
para todo” estaban ganando protagonismo e interés debido a los tiempos
convulsos y cambiantes en los que vivimos. Ahora, en plena pandemia del
Covid19, la convulsión y el cambio se han multiplicado exponencialmente, tanto
en rapidez como en dureza de impacto. Es por ello, que nos hemos visto más
obligados que nunca a cambiar de un día a otro nuestras formas rutinarias de
hacer, sin dejarnos opción a experimentar un cambio paulatino, poco a poco, a
un ritmo sin prisa, pero sin pausa. Este mes dedicaré el espacio de “Nosotros:
las personas” a hablar de la polivalencia.
Para seguir con nuestra temática animal
del 2020 en este blog, la analogía de la polivalencia la haré con uno de los
animales más polivalentes que tenemos desde el punto de vista del beneficio
humano: la Oveja.
La oveja es un mamífero rumiante
doméstico usado como ganado en prácticamente casi todo el mundo y durante todos
los tiempos pasados. Generalmente, poseen pelo rizado que puede ser blanco o en
diferentes tonos marrones y que recibe el nombre de lana. Según la raza,
tienen unos cuernos laterales en forma de espiral. Las hembras suelen pesar
entre 45 y 100kg, mientras que los machos pueden llegar hasta los 160kg. Tienen
pupilas horizontales con un amplio grado de visión periférica, pudiendo ver
incluso detrás de ellas sin necesidad de girar la cabeza. Son animales
exclusivamente herbívoros que no defienden territorios y tienen una inclinación
natural de seguir siempre a un líder, por lo que se convirtieron fácilmente en una de las primeras especies de ganado en ser domesticadas, además de por
su instinto de permanecer estrechamente agrupadas. Utilizan el balido como
forma de comunicación, básicamente entre la madre y sus corderos, aunque en ocasiones
también para expresar angustia, frustración o impaciencia. Un rebaño de ovejas
suele ser fecundado por un solo macho, que habrá luchado con otros carneros
durante el periodo anterior al celo para establecer su dominio. La gestación dura 5
meses y suelen nacer uno o dos corderos. Su esperanza de vida está entre los 10
y 12 años, aunque algunas pueden vivir hasta 20. Las ovejas son una parte
importante de la economía agrícola mundial, fundamentalmente por su lana, su
carne y su leche.
Como observamos, la oveja nos
proporciona lana, carne y leche y es por ello que la utilizo como analogía para
explicar la polivalencia, pues es un animal que en cierto modo ha servido y
sirve para el beneficio de todos los humanos. Una persona intolerante a la
lactosa, por ejemplo, no podrá beneficiarse de la leche y productos lácteos que
se obtienen de la oveja, pero probablemente podrá comer su carne. Una persona
vegetariana, seguramente no quiera probar su carne, pero podrá
beneficiarse del calor que proporciona su lana. En función de las necesidades
de cada uno, en función de las necesidades de cada situación o de cada momento,
la oveja podrá aportar su granito de arena para cubrirlas.
La sociedad cambiante de los últimos
años a ritmos acelerados y la actual situación paralizante y a la vez cambiante
ocasionada por el coronavirus nos hace valorar más que nunca los perfiles
polivalentes, los resilientes, los que podrán ofrecer su talento y sus
habilidades para las necesidades que se presentan, probablemente muy diferentes
a las que había tan solo unos meses atrás o las que pueda haber de aquí a
unos meses. El personal sanitario y asistencial y su nuevo rol en la
psicología, el empresario y su nuevo rol en la prevención de la salud, el
personal docente y su nuevo rol en la formación a distancia, los padres y su
nuevo rol mixto y solapado doméstico-laboral-educativo, las empresas de
sectores dispares y su nuevo rol de reinventarse en la producción de material
sanitario… y así podríamos hacer un gran listado de personas que han visto
alterado su modus operandi normal, el cual ha sido sustituido por un modus novedoso, reactivo y acelerado, sin el que el perfil polivalente que se poseyera intrínsecamente no
hubiera sido posible.
Desde un punto de vista de los recursos
humanos, ámbito al que como bien sabéis me dedico profesionalmente, estoy
convencido que la interpretación de los currículums vitaes sufrirá a partir de
ahora un nuevo giro en las empresas. Las conocidas como soft skills vuelven a
tomar protagonismo frente a la formación y los títulos académicos, que sin
dejar de ser importantes, se verán claramente complementados por la
adaptabilidad a los cambios, la polivalencia, la capacidad resolutiva, el
trabajo en equipo, la creatividad… Decir “yo soy licenciado en enfermería” o decir
“yo estuve trabajando en plena pandemia en un hospital” se interpretarán de
formas muy diferentes. Decir “yo soy licenciado en empresariales” o decir “yo
estuve liderando un equipo a distancia con quien conseguimos salir
prácticamente ilesos e incluso reforzados de la crisis del Covid” se leerá
también de manera muy distinta.
CUANDO SE ES POLIVALENTE EL RESULTADO DE TU TRABAJO PARECE FRUTO DE UN EQUIPO, ¡ESTO SÍ ES EFICIENCIA! (Almir Silva) |
En definitiva, tenemos que pensar que
esta situación, esta crisis, no deja de ser una oportunidad a futuro en la que
sacrificaremos, pero de cuyo sacrificio debemos extraer el aprendizaje
necesario para aprovecharnos de tiempos venideros más gloriosos. Ahora ha
llegado la hambruna, ahora necesitamos la carne y la leche de la oveja, pero quizás cuando
la hambruna haya pasado y tengamos otros alimentos que escoger, seguiremos necesitando a la oveja, porque también nos ofrecerá la lana con la que
abrigarnos en invierno o con la que vestir nuestras mejores prendas para salir
tranquilamente a pasear por las calles de nuestra ciudad directos al
restaurante donde nos esperan todos nuestros amigos con quienes festejar el
fin de esta pesadilla.
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