Este
mes de octubre quiero tratar un tema que en el mundo de los Recursos Humanos
tiene mucha relevancia hoy en día. Me refiero a la capacidad de las personas de
resolver problemas, lo que se conoce en términos americanos como ‘Problem
solving’. Aunque en RRHH está cada vez más de moda la búsqueda de candidatos
que incorporen ésta en su repertorio de competencias, en la vida, fuera de las
empresas, la capacidad resolutiva es también un plus para aquellas personas que
la tienen bien desarrollada.
Si
tuviera que escoger un lugar de aquellos que he visitado en el que la capacidad
resolutiva se puede observar por cualquiera de sus calles y en múltiples
situaciones ése es sin duda Cuba.
La
República de Cuba está ubicada en el extremo noroeste de las Antillas,
limitando al norte con el Océano Atlántico y al sur con el Mar del Caribe. Con
más de 11 millones y medio de habitantes es el país más poblado de las Antillas
y con casi 111.000km2, el más extenso. Previo al periodo de
colonización española (siglo XVI), el territorio cubano estaba habitado por
pueblos indígenas americanos. Hasta 1869 Cuba se mantuvo como colina española,
y como provincia española hasta 1898, tras la intervención de Estados Unidos en
la Guerra de la Independencia Cubana. Aunque Cuba trató de establecer la
democracia desde su Independencia en 1902, el Golpe de Estado de 1952 le
sumergió en la dictadura de Fulgencio Batista, derrocado en 1959 por Fidel
Castro, quien años después lideraría el Partido Comunista, que gobierna el país
hasta la actualidad. Desde 1960 Cuba ha venido sufriendo un bloqueo comercial,
económico y financiero por parte de Estados Unidos, siendo éste el bloqueo más
prolongado que se conoce en época moderna, habiendo sido condenado 23 veces por
Naciones Unidas. En 2014 los presidentes Barack Obama (EEUU) y Raúl Castro
(Cuba) acordaron mejorar las relaciones políticas, sociales y económicas entre
ambos países, comenzando el levantamiento del bloqueo cubano que a fecha de hoy
sigue existiendo.
Por
este último punto, el del bloqueo, es seguramente por el que actualmente es
posible observar ciertos comportamientos entre los ciudadanos cubanos que fuera
de este país y en la mayoría de países desarrollados nos chocaría ver en pleno
siglo XXI.
Esta
falta de relaciones comerciales con el exterior ha provocado durante todos
estos años de bloqueo que los cubanos hayan tenido dificultades para comprar
materiales con los que reparar vehículos, edificios, infraestructuras civiles…
Más
de la mitad de las edificaciones en Cuba están en ruinas o casi. Si caminas por
las calles del centro de La Habana podrás comprobar que 8 de cada 10 casas
tienen sus fachadas con un gran deterioro y una gran falta capas de pintura.
Materiales de cierta calidad como azulejos, pintura, sanitarios, tuberías… han
sido prácticamente inalcanzables para la población cubana, por la dificultad
comercial que comentábamos que tiene el país y por el consecuente precio
desorbitado de estos materiales. La realidad se plasma en que este tipo de reparaciones
sólo se lo han podido permitir aquellos cubanos con familiares en el
extranjero, que les han ido proporcionado dinero.
Estado de los edificios situados frente al Malecón habanero |
No es difícil tampoco encontrar deterioro en las infraestructuras y mobiliario urbano |
Construir
o reparar han sido tareas que difícilmente los cubanos han podido llevar a
término a no ser que haya sido con sus propios medios e ingenio. No hace falta
más que observar la gran mayoría de los coches que circulan por sus calles. Unas
verdaderas obras de ingenio e ingeniería, donde la artesanía es la principal
herramienta con la que cuenta los mecánicos y los usuarios de los vehículos
sesenteros. El principal motivo, además, radica en que el Gobierno prohibió
hasta 2011 la compra de vehículos nuevos y desde 2013 los grava con impuestos
del 800%, lo que resulta en precios inalcanzables que rondan los 70.000€ para
los vehículos más sencillos.
Por
todo ello, y vuelvo al comienzo, la capacidad resolutiva ante dificultades
sobrevenidas es un elemento de gran valor que muchos profesionales de los
recursos humanos valoramos en la búsqueda del talento, en la incorporación y en
la retención del mismo. Las personas ‘problem solving’ son personas que te
aseguran evitar conflictos e incidencias mayores, que previenen complicaciones
y que saben encontrar posible soluciones a aquellos problemas que anteriormente
han identificado con total claridad.
Como
en el caso de los cubanos, esta habilidad no viene en nuestro ADN y por ello
estamos ante una competencia que puede ser aprendida para posteriormente poder
aplicarla tanto en el mundo profesional como en el personal.
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