En muchas ocasiones hablamos y nos
hablan de varios aspectos en los que debemos concienciarnos para hacer de este
un mundo mejor: aspectos medioambientales, educacionales, de ayuda humanitaria,
etc.
Está claro que los humanos tenemos
muchas cosas pendientes, y diría que cada vez más, antes de poder decir que
existen progresos que nos llevan a un mundo más saludable en términos
generales. No podemos negar que se avanza en tecnología e industria, pero
también cada vez contaminamos más y provocamos más desastres naturales. También
se avanza en sistemas de educación accesible para las clases menos favorecidas,
pero cada vez la educación en los hogares parece que sea más laxa hasta
alcanzar límites en los que vemos niños con comportamientos hacia sus padres
que décadas atrás serían impensables. En la política no vamos mejor, estamos hartos de ver como los candidatos se pelean en los
debates defendiendo el porqué debemos votar a unos y no a otros, pero en
realidad estamos hartos de ver cómo en cualquier investigación aparecen casos de
corrupción en los que no se salva ninguna fuerza política. Y así, podría seguir
con una lista interminable de situaciones en las que parece que damos un paso
adelante, pero en realidad, si entramos más al fondo de la cuestión, estamos dando
dos pasos para atrás. ¿Queremos tener un mundo mejor siguiendo con estos
círculos viciosos?.
Desde mi blog y desde mis artículos yo
no puedo hacer más que pública mi opinión. Tú, como lector/a sólo puedes
hacer eco de esta opinión siempre y cuando la compartas… y , aunque tengas la sensación
de que no sirve para nada, en realidad queda demostrado que los pasitos de
cada uno de nosotros sumados son más potentes que los grandes pasos que parece va dando el sistema en el que vivimos cada vez que los medios de comunicación
hacen eco de una noticia. Porque insisto, cada noticia que alardea de un avance, lleva escondidos nuevos perjuicios que llevan a convertir el paso adelante en
dos hacia atrás.
Es muy fácil decir y pedir que
avancemos, es muy fácil hacer campaña de querer un mundo mejor y creer que es
posible, pero eso no sirve de mucho si las personas no somos conscientes que el
primer paso está en nosotros. Esperar que la inercia de la vida nos lleve a un
mundo mejor es una idea que nunca será realidad. Para llegar a un mundo mejor empecemos
por cuidar nuestro medioambiente con el reciclaje y la no contaminación de
parques y playas, y no esperar a que alguien recoja nuestra mierda; eduquemos a
nuestros pequeños en casa, sin esperar a que lo hagan los maestros en la
escuela; digamos no a un sistema corrupto cuando estemos llamados a las urnas y
no quejarnos desde el sofá de casa cuando vemos los resultados electorales, en
muchos casos sin haber ni siquiera ido a votar…
Es así y sólo así como podremos
avanzar hacia una mejoría, trabajando cualquier aspecto siempre desde uno
mismo, creando un mundo mejor y no esperando que otros lo hagan, creyendo en un
mundo mejor. La diferencia está en el verbo que ponemos en práctica: ¿creamos o creemos?
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