Los
que me conocéis sabéis que una de mis mayores aficiones y motivaciones es
viajar. Sin llegar a ser ostentoso, y por ello optando muchas veces por la
opción más económica, desde hace un tiempo necesito hacer aunque sea una
escapadita al año para conocer nuevos lugares, aprender de su gente, disfrutar
de la comida, de la música, de los rincones menos turísticos y, en definitiva,
para materializar lo que durante semanas estoy planeando con las reservas de
vuelos, de hoteles y con la consulta de los lugares que visitar.
Todos
los que compartáis esta afición podréis entenderme cuando os diga que al final
cuando regreso de un viaje me doy cuenta de que vengo sorprendido por aquello
por lo que seguramente menos esperaba sorprenderme. Mi primer gran destino en
2004 con motivo del fin de carrera fue Egipto, un país al que desde niño había
soñado viajar para visitar sus Pirámides de Gizah y los tesoros de Tutankamón.
Al regresar recuerdo que todos me preguntaban sobre estas maravillas históricas
y mi respuesta fue y sigue siendo que “fui con la ilusión de conocer el arte
egipcio y vine más sorprendido por la calidad humana que descubrí en las
personas del país”. Este es sólo un ejemplo de mis muchas experiencias que
ahora mismo no vienen al caso explicar en este blog.
¿A
dónde quiero llegar con esta introducción?. Pues os lo voy a intentar explicar.
En pocas palabras, pienso que la vida o en este caso mis viajes nunca dejarán
de sorprenderme. Mientras mi idea inicial es conocer lo que tantas veces he
visto en guías, libros, documentales y fotografías, al final no sólo vengo con
eso, sino que vengo habiendo tenido experiencias más bien indescriptibles en esos
lugares. Pero voy aún más allá, vengo conociéndome un poquito más a mí mismo al
darme cuenta de que hay otras cosas que desconocía en mí y por las que me dejo
sorprender más intensamente.
Uno
nunca deja de conocer y de aprender del exterior y de las personas que le
rodean, pero uno nunca deja de conocerse y de aprender de sí mismo. El
autoconocimiento es la clave para todos los “autos”: autoestima, automotivación,
autoanálisis, autocrítica, autoevaluación… en definitiva, es la base para
poder después trabajar, entre otras habilidades, la empatía, la escucha, la
comprensión y la afinidad con y para los demás.
Una
vez vuelves de ese viaje y haces análisis desde el momento en el que comenzaste
a planificarlo, empiezas a ser consciente del “de dónde vienes” y del “dónde
estás”, dándote cuenta de este autoaprendizaje que has sido capaz de
experimentar en ese corto período de tiempo. Imagínate ahora que alargamos este
período y hablamos de tu pasado y de tu presente. El analizar “de dónde venimos”,
“quiénes éramos”, “qué pensábamos”, “cuáles eran nuestras motivaciones”… y
compararlo con el presente nos va a dar la respuesta a muchos de los
interrogantes que seguramente nos hacemos a lo largo de nuestra vida, pero
sobre todo nos va a permitir saber si estamos yendo o no por el camino acertado
y poder, en caso contrario, reorientarlo conforme a nuestros principios con un
único objetivo: sea por el motivo que sea, llegar a ser más felices.
Atendiendo
al pasado, valorando el presente y trabajando hacia el futuro conseguiremos facilitar
nuestro viaje de paso en esta vida y seremos mejores personas hacia los demás,
pero especialmente hacia nosotros mismos.
Este
video, un spot publicitario de Perú (destino que aún tengo pendiente), es el
que me ha inspirado a escribir este artículo. De todo el anuncio resalto la frase
que más me ha hecho pensar: “la vida es una sucesión de momentos y depende de
ti cómo los vivas”.
Hola Álex,
ResponderEliminarTe felicito por el artículo, por la humanidad y naturalidad que desprende.
Comparto contigo en que los viajes pueden ser una oportunidad para conocernos mejor a nosotros mismos. Yo he vivido esa experiencia y la he disfrutado.
Me quedo también con la frase: “la vida es una sucesión de momentos y depende de ti cómo los vivas”.
Un saludo,
Manuel Mata
Muchas gracias Manuel. Un aliciente leer tus comentarios. Un saludo!!
EliminarCierto que nunca dejamos de conocernos y afortunadamente tampoco dejamos de conocer personas interesantes, que comparten contenidos enriquecedores, gracias
ResponderEliminarMuchas gracias "Anónimo" por este comentario/halago. Un placer escribir cada vez que puedo sabiendo que hay personas a quienes les gusta y además les es útil. :)
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