jueves, 31 de octubre de 2024

Los fantasmas del pasado: una reflexión sobre el perdón

Hoy, 31 de octubre, noche de Halloween, es una buena ocasión para hablar de esos otros “fantasmas” del pasado que a veces vuelven, no para asustarnos, sino para mostrarnos cuánto hemos cambiado.

Esta semana he vuelto a encontrarme con una persona que, en su momento, fue una gran fuente de dolor. Alguien a quien deseé no volver a ver, que representaba para mí una serie de heridas que parecían imposibles de superar. Durante los primeros años, algunos mensajes esporádicos y conversaciones breves y casi banales reabrían en mí emociones profundas: un cúmulo de rabia, rencor, tal vez incluso odio, que creía imposible de disipar. Aunque ya hace mucho tiempo que sabía que todo esto ya estaba sanado, no ha sido hasta este reencuentro presencial cuando esto se ha confirmado.

En este reencuentro, más de una década después, algo ha sido diferente. Un sentimiento casi superficial, casi como si esa persona fuera alguien con quien no hace tanto que me vi, como aquel compañero de un trabajo anterior o un antiguo colega de universidad con quien mantuviera buena relación, la cual se enfrió y con quien después de mucho tiempo me volvía a reencontrar. Este encuentro lo definiría como cordial y sincero, pero sin mover ni remover mi mundo como lo hacía antes.

Al reflexionar sobre esto, he entendido algo importante que me gustaría compartir, porque todos, en algún momento, enfrentamos nuestros “fantasmas” del pasado. Ya sea una expareja, un amigo que nos traicionó, un familiar con quien tuvimos roces dolorosos. Son relaciones que, en su momento, nos marcaron profundamente y que al final nos exigen enfrentarnos a lo que nos duele, para no cargar toda la vida con ese peso. He aprendido, con esta experiencia, que el verdadero "soltar" no implica perdonar a esa persona en términos absolutos, sino liberar nuestra energía de un pasado que ya no nos define.

La psicología ha investigado mucho sobre cómo y por qué nuestras emociones hacia personas que nos hicieron daño cambian con el tiempo. Lo que he descubierto es que, con la distancia y el tiempo, nuestras percepciones de ese “fantasma” se transforman. No es que la persona cambie, sino que somos nosotros quienes maduramos emocionalmente.

Para mí, este cambio en mis emociones fue algo gradual. Al recordar cómo me sentía hace años, noto que ahora el dolor se ha desvanecido. Esto, en la neurociencia, se explica a través de la desactivación que el cerebro hace de ciertas respuestas emocionales intensas cuando deja de percibir una amenaza. En otras palabras, cuando nos damos cuenta de que esa persona ya no tiene el poder de herirnos, el dolor simplemente pierde su fuerza.

Si ahora sientes que estás en ese proceso, confía en que lo que hoy duele intensamente se irá disipando. Quizás el perdón total no sea necesario para que puedas seguir adelante; a veces basta con que la intensidad de ese dolor disminuya hasta convertirse en un simple recuerdo que no perturba.

Durante mucho tiempo, e incluso ahora, he sido incapaz de pensar en lograr un perdón total y real, excusando cada error de esa persona para finalmente liberarme de la rabia. Pero, de nuevo entrando en mi rama, la psicología, he logrado experimentar en mi propia persona lo que se denomina el “perdón adaptativo”. Un tipo de perdón que no necesita una reconciliación profunda ni requiere que justifiquemos y perdonemos todo lo que nos hicieron; en lugar de eso, implica aceptar lo ocurrido sin permitir que el pasado siga definiendo nuestro presente. Esto es “soltar”, lo cual no significa olvidar lo que pasó ni justificar el daño; significa simplemente aprender a no aferrarnos a las heridas.

Este encuentro, además, me ha permitido evidenciar algo que es lógico y coherente y no es más que he cambiado, y también, muy probablemente, esa persona lo haya hecho. Nuestras vidas ahora son diferentes. Si esa persona está leyendo esto, quizás también haya experimentado algo similar. Tal vez haya percibido esa especie de perdón que, sin demasiadas palabras, le he brindado, lo cual le ha abierto la mente hacia una reflexión más sensata, aceptando errores de los que antes era incapaz de responsabilizarse. Esta evolución, este desbloqueo que ahora siento en la situación, dejando de lado orgullos y rencores, me permite imaginar un futuro distinto. Puede que pase otra década antes de volver a cruzarnos o quizás nunca haya otro encuentro, pero, al menos, aquel sinuoso camino de dolor y resentimiento se ha convertido en lo que todavía nos pueda unir, aunque solo sea el pasado, en una senda más ligera y confortable para ambos.

Si estás pasando por una situación similar, si te encuentras con un “fantasma” del pasado que te removió el alma en su momento, recuerda que lo importante no es buscar un perdón perfecto ni reconciliarte del todo. Lo esencial es que reconozcas tu propio cambio y observes cómo ese dolor se va transformando en algo cada vez más ligero. Quizás llegue un día en el que, como yo, puedas estar frente a esa persona y sentir que las aguas ya han vuelto a su cauce, sabiendo que, en caso de que pueda seguir existiendo contacto, este ya sería mucho más sincero, sin necesidad de medir cada palabra o cada acto, e incluso sin llegar a perturbaciones al tratar temas que en el pasado fueron muy delicados.

lunes, 30 de septiembre de 2024

La evaluación del desempeño más allá del bonus anual

No es la primera vez que escribo en este blog sobre la herramienta Evaluación del Desempeño (en adelante, ED) que cada vez más las empresas utilizan con este u otro nombre para evaluar la consecución de objetivos, principalmente individuales, a lo largo de un periodo de tiempo.

Como profesional, con amplia experiencia en la Dirección de RRHH, en la capacitación de mandos intermedios y directivos sobre la ED y, a punto de comenzar mi quinta colaboración en un posgrado universitario internacional en el que impartiré sesiones de esta herramienta a profesionales de diferentes sectores y cargos, me veo con ánimos de compartir hoy esta importante reflexión. Una reflexión sobre el gran error que he ido observando que cometen muchas personas cuando se les hace partícipes en un programa de evaluación.

A menudo, pensar en la ED se reduce a pensar en la obtención de un bonus anual, un incentivo que, aunque atractivo y no olvidemos que voluntario por parte del empresario, no debe ser el único enfoque que tengamos al considerar esta herramienta. La ED es un proceso integral que, bien aplicado, puede ofrecer una serie de beneficios sustanciales para el desarrollo profesional de cada empleado y para la organización en su conjunto.

Por poner algunos ejemplos de estos beneficios, más allá del monto económico, destacamos:

  • Promoción interna: la ED proporciona un histórico claro de consecución de objetivos para identificar el talento interno y las oportunidades de crecimiento. Permite reconocer las habilidades y competencias que un empleado puede aportar a un puesto superior, facilitando así una promoción que beneficia tanto al individuo como a la empresa.
  • Revisión salarial: puede servir como un referente objetivo para justificar o no una revisión salarial.
  • Flexibilidad y conciliación: la ED no solo se trata de medir resultados, sino también de entender las necesidades de los empleados. A través de este proceso, se pueden identificar áreas donde ofrecer un pack de retribución emocional como podría ser mayor flexibilidad laboral, ayudando a los empleados a alcanzar un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional.
  • Desarrollo de competencias: puede ser utilizada para identificar brechas de habilidades y ofrecer oportunidades de capacitación. Esto no solo beneficia al empleado, sino que también fortalece a la organización, ya que crea un equipo más competente y preparado para enfrentar los desafíos del mercado.

Es por lo tanto esencial adoptar una perspectiva más amplia sobre la ED. Como empleados, debemos ver la evaluación como una oportunidad para recibir feedback constructivo que nos permita mejorar y crecer. Como mandos o directivos, nuestra responsabilidad es utilizar la ED para impulsar a nuestros equipos hacia el logro de los objetivos organizacionales. No se trata solo de evaluar, sino de fomentar un ambiente de aprendizaje continuo.

Evitemos todos caer en el error de quedarnos solo en los beneficios directos e inmediatos de la ED como puede ser el premio económico. Al centrarnos únicamente en el bonus estaremos perdiendo de vista otras oportunidades que podemos dar y recibir en nuestra trayectoria profesional dentro de la organización. Por ello, ampliemos nuestro campo de criterio y de visión en el tiempo y en el espacio.

Reflexionemos sobre ello y dejaremos de decir y escuchar comentarios como "es demasiado esfuerzo el que me piden para el bonus que me ofrecen", "la ED es una pérdida de tiempo porque lo hagas bien o mal no tendrá mayores consecuencias", "la ED es una invención del departamento de recursos humanos"...


viernes, 30 de agosto de 2024

Afrontar la vuelta al trabajo tras las vacaciones

La vuelta al trabajo después de las vacaciones es una realidad que afecta a más personas de las que podríamos pensar. Aunque es común escuchar sobre el “síndrome postvacacional”, pocos conocen realmente qué es, cómo se manifiesta y qué podemos hacer para afrontarlo de manera efectiva.

Se trata de un estado temporal de malestar que puede aparecer cuando nos reincorporamos al trabajo después de un periodo de descanso. Se manifiesta a través de síntomas como:

  • Fatiga: aunque probablemente hayas descansado más de lo habitual, te sientes agotado al enfrentar nuevamente las obligaciones laborales.
  • Irritabilidad: cualquier inconveniente o situación en el trabajo puede hacerte sentir más irritable de lo habitual.
  • Ansiedad: sensación de angustia ante la carga de trabajo que te espera o por tener que retomar la rutina.
  • Dificultad para concentrarse: te cuesta enfocarte en tus tareas y sientes que tu productividad ha disminuido.

Estos y otros síntomas pueden variar en intensidad, desde leves molestias que desaparecen en unos días hasta un malestar más intenso que afecta de manera significativa tu rendimiento, tus relaciones interpersonales y, en definitiva, tu bienestar.

Este fenómeno ocurre por el contraste entre el estilo de vida relajado y placentero de las vacaciones y la rutina laboral, que a menudo incluye horarios rígidos, responsabilidades y presiones. Algunos factores que pueden influir en su aparición incluyen:

  • Desconexión total: durante las vacaciones, muchas personas desconectan completamente de sus responsabilidades laborales, lo que hace que la vuelta sea más abrupta (con esto no quiero decir que una de las acciones preventivas sea tener que ir mirando el correo de vez en cuando, aunque he de confesar que algunos lo hacemos).

  • Percepción negativa del trabajo: si ya antes de las vacaciones te sentías insatisfecho con tu empleo, es probable que la vuelta sea más difícil.
  • Sobrecarga de tareas: el acumulado de trabajo pendiente durante los días de ausencia puede generar estrés al enfrentarte a una montaña de tareas.

No existe un manual de prevención válido para todas las personas, pero me atrevo a lanzar algunos consejos que podrían serte útiles:

  1. Anticiparse a la vuelta. Unos días antes de reincorporarte al trabajo, empieza a retomar tus horarios habituales de sueño y actividad, lo que puede ayudar a tu cuerpo y mente a reducir ese impacto de cambio horario repentino que puede darse el primer día de trabajo tras las vacaciones y que puede generar estrés o ansiedad.
  2. Planifica tu regreso. El primer día de trabajo trata de planificar tus tareas de manera gradual. Prioriza lo más urgente y deja espacio para tareas más ligeras que te permitan retomar el ritmo sin agobios. Trata en la medida de lo posible de no tener la agenda llena de reuniones y compromisos durante al menos los dos primeros días, para poder encontrar ese espacio necesario para la planificación.
  3. Mantén actividades placenteras. Porque las vacaciones han terminado no significa que debas renunciar a lo que te gusta. Intenta incorporar pequeñas dosis de placer en tu rutina diaria: lectura, deporte, un café…
  4. Céntrate en lo positivo. A menudo, nos enfocamos tanto en lo que no queremos (volver al trabajo) que olvidamos las cosas positivas que nuestro empleo nos brinda.
  5. Establece metas realistas. Es importante que, al reincorporarte, te fijes objetivos alcanzables a corto plazo. Esto te ayudará a recuperar la motivación y a sentirte realizado al cumplirlos.
  6. Solicita apoyo si lo necesitas. Si sientes que los síntomas del síndrome postvacacional no desaparecen o que te cuesta más de lo esperado adaptarte a la rutina, no dudes en buscar apoyo. Habla con un profesional de recursos humanos, consulta a un psicólogo o a tu médico que pueda ayudarte a gestionar este proceso. No lo dejes pasar.

Recuerda que es normal sentir cierta resistencia al cambio, pero con un enfoque proactivo y positivo, puedes hacer que este periodo de transición sea mucho más llevadero.

miércoles, 31 de julio de 2024

El poder de la voluntad: una experiencia personal reciente

Hace apenas unos días culminé un Máster Universitario en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa. Me tomé este reto como algo personal y lo viví no como un logro cualquiera, pues traté de ser más ambicioso de lo que me recomendaban los tutores y conseguí lo que me propuse: completar el programa diseñado para dos años en tan solo uno. Este logro, fruto de la perseverancia y la dedicación, me permite reflexionar en este post sobre tres aspectos fundamentales que forman parte de mi yo y sobre los que ya he dedicado algunos artículos en este blog: la fuerza de voluntad, la necesidad de renovarse y superarse y la importancia de encontrar nexos para darle sentido a las cosas y hacerlas más fácil de lo que en un primer momento parecen.

1. La fuerza de la voluntad

Desde el primer día que me propuse terminar el máster en un año, sabía que no sería una tarea sencilla. La carga académica, las investigaciones para superar las asignaturas y los proyectos profesionales y familiares, además de todos los compromisos sociales, demandaban una gestión del tiempo impecable. Cada madrugada estudiando, cada fin de semana dedicado a trabajos y cada renuncia a momentos de ocio fueron pruebas de la fuerza de voluntad necesaria para alcanzar esta meta. Este esfuerzo constante me demostró una vez más que la voluntad humana puede superar los desafíos más exigentes cuando existe una meta clara y un propósito firme.

2. La renovación y la superación personal como progreso

En el dinámico mundo actual, la renovación no es solo deseable, sino imprescindible. La decisión de matricularme en este máster fue motivada por una nueva responsabilidad profesional y el deseo de actualizarme y adquirir nuevas competencias en un campo que está redefiniendo el futuro de las empresas y la sociedad. La sostenibilidad y la RSC no solo representan una tendencia creciente, sino una necesidad urgente para lograr un mundo más justo y equilibrado. A través de este programa, no solo he ampliado mis conocimientos, sino que también he renovado mi perspectiva sobre cómo puedo contribuir de manera significativa al desarrollo sostenible.

La superación personal es una travesía continua que requiere un compromiso diario. Completar este máster en un año ha sido una manifestación tangible de mi compromiso con la mejora constante. Cada obstáculo superado, cada nueva habilidad adquirida y cada conocimiento asimilado son pasos hacia un yo mejorado, que suponen la base para mejorar después lo que hay fuera de mí. La autoexigencia y la determinación son ingredientes esenciales para no solo cumplir, sino superar las expectativas propias y ajenas.

3. La importancia de buscar el sentido de las cosas

Uno de los aspectos más gratificantes de este viaje ha sido encontrar puntos de convergencia entre mi profesión en el mundo de los recursos humanos y el propio temario del máster. He descubierto que la sostenibilidad y la RSC son campos íntimamente relacionados con los RRHH, ya que la gestión responsable y sostenible de una empresa depende en gran medida de cómo se maneja a su personal. La integración de políticas de sostenibilidad y RSC en las prácticas de RRHH promueve un ambiente laboral ético, fomenta el bienestar de los empleados y contribuye al desarrollo de una cultura corporativa comprometida con el impacto social y ambiental positivo.

A través de este máster, he adquirido herramientas y conocimientos que me permiten implementar estrategias de sostenibilidad en la gestión de personal, desde la contratación de talento alineado con los valores de la empresa hasta el diseño de programas de formación y desarrollo que promuevan la responsabilidad social. Este nexo entre sostenibilidad, RSC y RRHH me ha permitido trabajar con mayor entusiasmo y eficacia en proyectos que no solo tienen un impacto positivo, sino que también me llenan de satisfacción personal.

Para finalizar el post quiero resumir mi experiencia a modo de reflexiones y tips que quizás puedan también ayudarte ante un reto ambicioso como el que hoy comparto.

1. Define tus metas claramente: tener un objetivo claro es fundamental. La claridad en tus metas te dará dirección y te ayudará a mantenerte enfocado.

2. Gestiona tu tiempo eficazmente: la gestión del tiempo es clave para equilibrar las responsabilidades académicas, profesionales y personales. Utiliza herramientas de planificación y priorización.

3. Cultiva la fuerza de voluntad: la perseverancia y la dedicación son esenciales para superar los desafíos. Mantén tu motivación alta recordando constantemente el propósito y celebrando cada pequeño logro en el camino.

4. Comprométete con la superación personal continua: el desarrollo personal es un viaje sin fin. Cada nuevo desafío superado y cada habilidad adquirida son pasos hacia una mejor versión de ti mismo.

5. Busca el sentido en tus acciones: encontrar el propósito en lo que haces no solo te dará satisfacción personal, sino que también aumentará tu eficacia y compromiso con tus proyectos.

6. Encuentra puntos de convergencia: las conexiones entre diferentes áreas de tu vida y trabajo generan sinergias poderosas que te permiten tener un mayor impacto y satisfacción en tus proyectos.

miércoles, 26 de junio de 2024

Una larga carrera hacia una sociedad inclusiva

El pasado 16 de junio, participé en la decimoquinta edición de la Carrera de las Capacidades (segunda edición en Barcelona), un evento deportivo y social desarrollado por la Fundación Adecco que se ha consolidado como uno de los grandes referentes de apoyo a la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad en España. Este año se celebró en Madrid, Barcelona y, por primera vez, en Sevilla, con la participación de más de 2000 corredores de diferentes empresas, personas con discapacidad, asociaciones y ciudadanos comprometidos. En Barcelona, en la que participé, la carrera no tuvo una distancia establecida, lo que permitió a cada participante recorrer tantos kilómetros como desease, promoviendo así la inclusión y participación de todos, independientemente de sus capacidades físicas.

Me siento orgulloso de haber quedado en primera posición en esta carrera, pero lo realmente significativo no es el resultado, sino el mensaje y el propósito que encarna este evento. La Carrera de las Capacidades es mucho más que una competición; es una plataforma que visibiliza la inclusión y promueve la empatía y la cooperación entre personas con y sin discapacidad.

Una de las preguntas que los dinamizadores de la carrera hacían era precisamente ¿Qué es para ti la inclusión?, pregunta sobre la que quiero reflexionar en este post. Para mí, la inclusión no es más que la antítesis de la exclusión. La palabra "exclusión" debería ser eliminada de nuestro vocabulario, ya que su mera existencia es un reflejo de las barreras y prejuicios que aún persisten en nuestra sociedad. Si pudiéramos erradicar la exclusión, automáticamente la palabra "inclusión" perdería su relevancia, pues no necesitaríamos recordar ni concienciar a nadie sobre la importancia de incluir. Incluir sería algo natural, inherente a nuestra convivencia, y no daría lugar a debates. Utópico, ¿verdad?, pero es así como debería ser.

Actualmente, estoy finalizando un máster en sostenibilidad y responsabilidad social corporativa, orientando precisamente el trabajo final hacia la inclusión de colectivos vulnerables en el mundo sociolaboral. Mi experiencia en la Carrera de las Capacidades refuerza mi convicción de que la inclusión debe ser un pilar fundamental en nuestras políticas y prácticas empresariales. Esta carrera no deja de ser más que un recordatorio más de que, aunque aún tengamos un largo camino por recorrer para eliminar la exclusión, cada paso cuenta. La verdadera victoria no radica en quién llega primero, sino en la solidaridad y el apoyo mutuo que se manifiestan a lo largo del recorrido de cualquier acción que gobiernos, empresas y ciudadanos emprendamos. Sigamos corriendo, no solo por la inclusión, sino hacia una sociedad donde la exclusión sea solo un término olvidado en los diccionarios.

Finalmente, no quisiera acabar sin hacer una pequeña distinción entre los conceptos inclusión e integración, que en ocasiones se utilizan como sinónimos. La inclusión social transforma el entorno para que todos participen plenamente sin distinción, mientras que la integración social crea espacios específicos para que personas vulnerables se adapten al sistema existente. En otras palabras, en la integración todas las personas están dentro de la organización, pero no se relacionan con los demás como iguales; en la inclusión todas las personas están dentro y se relacionan con los demás componentes de la organización.  

miércoles, 29 de mayo de 2024

Entrena tu pensamiento positivo

El estrés del día a día, en casa o en el trabajo, siempre lleno de desafíos y cambios constantes, nos obliga a mantener una actitud positiva no solo para preservar nuestra salud mental, sino también para el éxito colectivo. Esta actitud positiva no es una característica innata, sino una habilidad que todos podemos desarrollar con la práctica. Trayéndolo al terreno laboral, aunque nos serviría también para el personal, la capacidad de mantener la calma y buscar soluciones constructivas ante los obstáculos permite un mejor desempeño laboral y un ambiente de trabajo más sano

¿Pero cómo?. Algunos tips:

  • Empezar desde dentro es una de las maneras más efectivas de entrenar el pensamiento positivo. Por ejemplo, en lugar de decirte a ti mismo "No soy bueno en esto" cuando enfrentas un trabajo, intenta reformularlo a "Esto es una oportunidad para aprender algo nuevo y mejorar". Este simple cambio de enfoque puede hacer una gran diferencia en tu actitud y rendimiento.
  • Concéntrate principalmente en resolver problemas que están bajo tu control. Por ejemplo, si sientes estrés por un proyecto grande, divide las tareas en partes más pequeñas y manejables. En lugar de preocuparte por decisiones que están fuera de tu control, como las políticas de la empresa o la poca colaboración de otros compañeros, enfócate en lo que puedes hacer para mejorar tu parte del proyecto.
  • Dedica unos minutos al día para agradecerte y felicitarte por las cosas que haces sin esperar a que otros lo hagan. También agradece y felicita siempre al otro y no solo te dirijas a él cuando las cosas salen mal.

Entrenar tu pensamiento positivo es una inversión en tu bienestar y en el de tu equipo. La actitud optimista tiene un efecto multiplicador y puede inspirar a tus compañeros, fomentando un ambiente de cooperación, innovación y productividad. Con ella, se reduce el estrés, se mejora la comunicación y se fomenta el buenrollismo. A través de prácticas que comienzan desde el interior de uno mismo se puede desarrollar esa actitud positiva que beneficiará tanto tu vida profesional como personal.

Hay que mencionar la importancia de mantener un equilibrio entre ser optimista y reconocer las dificultades. No se trata de ignorar los problemas, sino de abordarlos con una actitud constructiva. Esto evita la acumulación de tensiones que pueden llevar a explosiones emocionales y comportamientos poco asertivos.

Recuerda que el ser optimista no algo innato, sino un hábito que se puede cultivar con el tiempo y la práctica. Al adoptar estas estrategias, estarás en camino de transformar tu actitud y contribuir a un entorno laboral y personal más saludable y productivo.

martes, 30 de abril de 2024

Correr una maratón: una metáfora perfecta para entender los Recursos Humanos

El domingo pasado estuve en Madrid corriendo la que ya es mi 7ª maratón. Correr una maratón es más que correr una carrera de 10km o incluso más que una media maratón. Es más que correr 30km. Y no hablo de distancias, algo que es evidente.

Correr los más de 42km que tiene esta modalidad, y hacerlo además en un terreno con desniveles al que los runners llamamos “rompepiernas”, como es el caso de Madrid, es un viaje que desafía los límites físicos, mentales y emocionales de una persona.

Desde la preparación meticulosa durante semanas hasta el esfuerzo agotador durante la carrera misma, cada etapa de la maratón presenta paralelismos sorprendentes con los principios fundamentales de la gestión de Recursos Humanos.

Al ser RRHH mi área y al venir de esta carrera, quería hoy explicar cómo correr una maratón se asemeja a diversos aspectos de este ámbito laboral:

La preparación. Al igual que en la gestión de personas, una preparación exhaustiva es fundamental para el éxito. Esto implica establecer metas claras, desarrollar estrategias efectivas y adquirir las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos que están por venir. Normalmente, es importante no pensar en la meta final, sino en pequeñas metas que se irán alcanzando durante el recorrido y que se encaminan hacia la consecución final de la tarea.

El muro y la resistencia. El temido "muro" en una maratón es ese punto en el que el cansancio y el dolor parecen insuperables, normalmente ocurre hacia el km 30-35, cuando nuestro organismo cambia el sistema de obtener energía, utilizando las reservas de grasa, lo cual se traduce en una intensa fatiga muscular que hace que muchos corredores decidan retirarse de la competición. Haciendo el paralelismo con RRHH, se asemejaría a los obstáculos y desafíos de larga duración y sin pausas que enfrentan los equipos en el entorno laboral. La capacidad de resistencia, tanto física como mental, es crucial para superar este obstáculo y alcanzar el éxito.


Mentalidad cortoplacista. Como decía antes, es importante no centrarse en la meta final desde el inicio de la carrera, porque se vislumbra muy lejana. Dividir la maratón en submetas más pequeñas es similar a establecer hitos y objetivos a corto plazo en la gestión de RRHH. Esta estrategia ayuda a mantener la motivación y a medir el progreso de manera más efectiva, aprendiendo de los errores, rectificando a tiempo y motivándote cada vez que consigues superar una parte del largo camino.

Esperanza y perseverancia. En los momentos de sufrimiento y agotamiento durante una maratón, la esperanza y la perseverancia son cualidades esenciales para continuar avanzando. De manera similar, en el ámbito de los recursos humanos, la capacidad de mantener la motivación y la determinación frente a la adversidad es fundamental para superar los desafíos.

Apoyo y motivación externa. Los avituallamientos (geles, fruta, agua, isotónico…) proporcionan a los corredores el combustible necesario para mantener la energía y el rendimiento. De igual manera, el aliento y el apoyo de los espectadores a lo largo del recorrido pueden impulsarte a superar tus propios límites. En RRHH, el apoyo y los recursos disponibles para los empleados desempeñan un papel similar al garantizar que estén equipados con las herramientas y el apoyo necesarios para alcanzar sus metas. De manera similar, el reconocimiento y la felicitación en el lugar de trabajo pueden motivar a los empleados a dar lo mejor de sí mismos y a perseguir la excelencia.

Recompensa y satisfacción. Es cierto que al cruzar los 42km195m te sientes completamente exhausto, pero cruzar la línea de meta conlleva una sensación de logro y satisfacción inexplicable. Del mismo modo, en recursos humanos, alcanzar los objetivos establecidos y ver el impacto positivo en la organización brinda una gratificación profunda y duradera.


En ambos casos nos encontramos con una carrera de fondo, donde desde la preparación y la resistencia hasta la recompensa y el apoyo, cada aspecto de esta experiencia épica refleja la complejidad y la importancia de cultivar un entorno que fomente el crecimiento, la motivación y el éxito de todos los involucrados.