Ya se ha dicho en varias ocasiones que la comunicación es algo más complejo que el simple hecho de tener un mínimo de dos personas (emisor y receptor), un canal, un código, un mensaje y un contexto. La comunicación para que sea efectiva requiere además de habilidades como son la empatía, la asertividad, la negociación y la escucha activa. Ésta ocupará hoy el eje de esta nueva publicación.
Escuchar
requiere un esfuerzo superior al que se hace al oír, porque cuando escuchamos
activamente estamos poniendo en marcha mecanismos de interpretación del mensaje
en función del contenido, de la forma, del
contexto, de la persona que lo está emitiendo, etc. Por lo tanto, la escucha
activa se relaciona directa y necesariamente con la empatía, ya que se trata de
escuchar no sólo lo que se está diciendo sino también los sentimientos, las ideas y
los pensamientos que subyacen en el mensaje.
Las
distracciones, las interrupciones, la falta de atención y los prejuicios hacia quien habla son, entre otros, obstáculos a la hora de escuchar activamente y
de llegar a que la comunicación sea efectiva.
Me
viene ahora a la mente la dinámica del famoso juego del teléfono estropeado.
Para quienes no lo conocéis se trata de un juego infantil en el que se observa
cómo un mensaje se va distorsionando a medida que se transmite de persona a persona. Los participantes se alinean y susurran
en el oído del compañero siguiente el mensaje que le acaba de susurrar el
compañero anterior. La principal regla del juego es que no se puede repetir
este mensaje aunque haya sido prácticamente inaudible. Los obstáculos
comunicativos que hayan acontecido durante todo el proceso (ruidos,
interrupciones, risas, falta de atención…) serán los causantes de que el mensaje haya sufrido importantes modificaciones desde su
inicio hasta su fin.
Es
gracioso al tratarse de un juego, pero ¿y cuándo esto ocurre en la vida real?.
Como decía, muchos de los problemas comunicativos que nos rodean se originan
precisamente por obstáculos que no distan demasiado de los que podemos encontrarnos en este
juego infantil. En ocasiones, además, la invención y la interpretación subjetiva
dan un paso más allá creando y fomentando el famoso rumor del que todos hemos
sido alguna vez víctimas y verdugos y al que dedicaré en breve un artículo en este mismo blog.
Os
dejo aquí este video que con humor refleja un problema de comunicación
probablemente debido a una escucha activa insuficiente por parte del niño, que debió estar entreteniéndose mientras la profesora le hablaba…
…hubiera
sido divertido verle vestido así en el Belén junto a las ovejas y al Niño
Jesús. ¡Pobre! :D
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