Estamos en JUlIO, mes del perro como animal que nos da ejemplo de la importancia de estar accesible siempre a los demás en este Blog. Comparto con vosotros este artículo que me ha resultado interesante.
En la era del "home office" los líderes deben hacer gala de estas cualidades para gestionar adecuadamente los equipos de trabajo a su cargo.
Hasta hace no mucho el teletrabajo era algo absolutamente abominable a ojos de
no pocos jefes. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha
convertido el "home office" es un "must" para todas
aquellas empresas que por su tipo de actividad pueden permitirse el lujo de
apostar por esta fórmula.
El teletrabajo ha llegado para quedarse (parece que
durante bastante tiempo) y pone en un auténtico brete tanto a los
empleados como a sus superiores, que deben sacarse necesariamente de la
chistera nuevas habilidades de liderazgo.
En la era del "home office" los líderes deben
hacer gala de las cualidades que desgrana a continuación W&V para gestionar adecuadamente los equipos de
trabajo a su cargo:
1. Trasladar seguridad a los trabajadores y enarbolar la
bandera de la transparencia
En tiempos de crisis es más importante que nunca que los
líderes procuren orientación a sus empleados, que sean para ellos una suerte de faro.
Acogotados por la incertidumbre, los trabajadores sienten
inevitablemente zozobra por su propio futuro. Y es tarea de sus jefes apaciguar
esa zozobra con una buena dosis de seguridad y estabilidad.
Es vital asimismo que los líderes hagan suya la
transparencia en su vertiente más cristalina para ayudar a su subordinados a
navegar por la neblina de la imprevisión más absoluta.
Los jefes deben solicitar paciencia a sus empleados si algo
no funciona a la primera y deben también admitir que no están en posesión de
todos los conocimientos.
El liderazgo en momentos tan inciertos como los actuales
implica asimismo mantener a los empleados al día, dándoles cuenta de lo que
ocurre en otros departamentos y ofreciéndoles una visión general de la situación
de la empresa. Es la única manera de poner coto al desasosiego de la plantilla.
2. La comunicación es la llave que abre la puerta del éxito
La comunicación, que debe ser forzosamente de carácter
regular, y la accesibilidad son esenciales cuando los líderes y los equipos de
trabajo a su cargo no se desempeñan laboralmente en el mismo espacio y muchas
rutinas han sido abolidas como consecuencia del "home office".
Un buen jefe debe estar a disposición de sus empleados a
través de canales de comunicación muy concretos y no quitar jamás ojo a tales
canales.
Las reuniones entre líderes y subordinados deben seguir
produciéndose pese al confinamiento. Tales reuniones dotan, de hecho, de
estructura y seguridad a las tareas emprendidas por la plantilla.
Es importante asimismo no dejar en un segundo plano las
conversaciones uno a uno, en particular aquellas de naturaleza más informal,
que son quizás las más portadoras de mayor seguridad para el empleado.
3. Confiar en el equipo
Los denominados "jefes helicóptero", aquellos
aferrados al cogote de sus empleados 24/7, están más fuera de lugar que nunca
en la era del trabajo.
A muchos jefes les atormenta la idea de que el "home
office" les haga perder el control sobre sus subalternos, pero es el
momento de dejar a un lado los miedos y confiar en la plantilla.
La mayor parte de los empleados son extraordinariamente
disciplinados cuando se acogen a la fórmula de trabajo y organizan sus
quehaceres prácticamente igual (o incluso mejor) que cuando trabajan desde la
oficina.
Para que la innovación emerja en la denominada
"economía en remoto" es asimismo esencial confiar en los trabajadores
e infundirles optimismo y ganas de hacer frente con dinamismo a los cambios.
4. Acordar unas reglas del juego muy concretas y promover
el descanso
Las reuniones de carácter regular, los objetivos semanales
y hasta las discusiones de carácter más informal deben estar a merced de una
meticulosa planificación (cuyos términos deben acordarse además previamente).
Todos y cada uno de los miembros del equipo (y también los
jefes por supuesto) deben dar cuenta de cuándo están disponibles y cuándo no.
Para ello es conveniente hacer uso de mensajes cortos o apostar en su defecto
por las notificaciones de las herramientas con el foco puesto en la colaboración.
Cuando hablamos de reglas del juego, hay que promover
asimismo las pausas. Al trabajar desde casa algunos empleados acostumbran a
privarse a sí mismo de tales pausas y es vital animarles de manera proactiva a
descansar de vez en cuando para que no terminen devorados por el estrés.
5. Ser flexible
Si resulta que con el tiempo algunos procesos de trabajo se
revelan como ineficientes, los líderes deben discutir abiertamente con sus
empleados la manera de hallar una solución al problema.
En tales circunstancias el pragmatismo es más necesario que
nunca y hay que dotar a las decisiones de elevadas dosis de agilidad.
Los líderes deben ser flexibles a la hora de implementar
cambios, que deben brotar siempre que sea posible de decisiones consensuadas
con los empleados.
16 de Abril de 2020
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