Estamos en JUlIO, mes del perro como animal que nos da ejemplo de la importancia de estar accesible siempre a los demás en este Blog. Comparto con vosotros este artículo que me ha resultado interesante.
Cincuenta años atrás, las teorías del liderazgo en las
organizaciones se basaban en el contacto directo visual entre líderes y
seguidores. Ahora todo es diferente.
Lejos han quedado los tiempos en los que las plantas de
oficinas estaban organizadas con filas y columnas de escritorios y en un lugar
destacado «el despacho del jefe», que desde su atalaya vigilaba el trabajo de
sus subordinados. Cincuenta años atrás, las teorías del liderazgo en las
organizaciones se basaban en el contacto directo visual entre líderes y
seguidores. Ahora todo es diferente.
También ha quedado atrás el concepto de teletrabajo
desarrollado en 1973 por Jack Nilles para «llevar el trabajo al trabajador», y
organizarlo desde cualquier sitio y en cualquier momento (gran infraestructura
mediante).
Ahora, los recursos tecnológicos disponibles permiten a las
empresas diseñar equipos de trabajo sin que la distancia física sea un
obstáculo. Los dispositivos móviles ya permiten trabajar desde cualquier lugar
con una mínima infraestructura.
Estas facilidades permiten la creciente tendencia al
trabajo remoto.
Con la covid-19 todo ha cambiado
La irrupción de la covid-19 ha trastocado las formas
empresariales. A nivel laboral, la situación de emergencia ha provocado:
- Un traslado forzoso del puesto de trabajo de la oficina a casa
- La redefinición de procesos
- La introducción de nuevos recursos tecnológicos
- La obligación, casi permanente, de conectarse a plataformas empresariales
En este caso, han sido la necesidad y la urgencia las
impulsoras del teletrabajo.
El teletrabajo acorta distancias y diferencias culturales
En un entorno organizativo cambiante, multicultural y
multinacional, aunque no compartan un espacio físico, los equipos de trabajo
comparten una misión común, colaboran en proyectos, comparten recursos y asumen
retos en conjunto.
Para alcanzar sus objetivos de colaboración, estos equipos
deben salvar la distancia física y horaria, así como sus diferencias
culturales. Para ello, requieren de liderazgo y de una infraestructura
tecnológica que les permita acceder a la información.
El liderazgo remoto
La Organización Internacional del Trabajo (2020) ha
señalado: «Dirigir eficazmente a quienes trabajan a distancia exige un enfoque
de gestión basado en los resultados. Ello supone definir metas, objetivos y
tareas, y luego supervisar y hablar de los progresos, sin imponer excesivas
presentaciones de informes».
Así, el liderazgo esperado para dirigir el trabajo en
remoto debe convivir con la precisión de la exigencia: qué se solicita y para
cuándo. Y también con la mentoría y la retroalimentación, necesarias para
subrayar el buen desempeño, evitar errores en la interpretación y acompañar a
los colaboradores en su desarrollo personal.
Motiva más ir a la oficina que quedarse en casa
Por su parte, los investigadores Lindsay Mc Gregor y Neel
Doshi, de la Harvard Business School, han profundizado en los factores de
motivación de más de 20 000 empleados en todo el mundo.
Los resultados sobre preferencias entre trabajar en la
oficina o trabajar desde casa, muestran que la segunda opción es menos
motivadora. Esto podría deberse a los siguientes factores:
- La pérdida de la socialización en la oficina
- La sensación de soledad
- La carencia de comunicación continua
- La necesidad de contar con protocolos de contacto
Compatibilizar el liderazgo en la oficina y en remoto
obliga al líder a ser flexible y accesible.
¿Quiere atraer talento? Dele opciones
El talento se siente atraído por políticas flexibles, que
incentiven una mayor autonomía y participación en la toma de decisiones.
Si un líder eficaz quiere atraer a los mejores talentos,
está obligado a proponer una amplia gama de opciones, entre las cuales está la
posibilidad de trabajar en remoto. Además, en un entorno multinacional, el
talento no conoce fronteras y compite mejor en la oferta remunerativa.
Dingel y Neiman han señalado que los trabajadores que
teletrabajan están mejor pagados, probablemente por estar mejor cualificados.
Diez claves para liderar equipos virtuales
Según un estudio realizado por la consultora Randstad, las
diez claves para liderar equipos virtuales en tiempos de crisis, son:
- Liderar con calma
- Poner la confianza primero
- Aplicar la transparencia radical
- Sobrecomunicar estratégicamente
- Atenerse a los hechos
- Poner a prueba la agilidad de liderazgo
- Crear espacios seguros
- Aprovechar la tecnología
- Diseñar reuniones que sean efectivas en un entorno virtual
- Definir expectativas y órdenes claras
Liderar a personas que trabajan desde su domicilio es un
reto para las organizaciones. Un líder remoto debe ser más un mentor que un
director de equipo, fomentando la autogestión y enseñando a sus colaboradores a
asumir riesgos.
Desafíos para el liderazgo remoto
El pilar fundamental del liderazgo remoto debe ser la
confianza entre líderes y colaboradores. Los trabajadores en situación de
teletrabajo deben ser capaces de valorar la autonomía y la independencia, y
asumir la evaluación por resultados que conlleva.
El liderazgo remoto debe ser más negociador que dictatorial
para facilitar la conciliación de las esferas personal y profesional de los
colaboradores. El líder remoto no debe limitar la captación de talento a un
ámbito local. En tiempos de teletrabajo, líderes y colaboradores competirán por
trabajos más interesantes en un espacio laboral más globalizado.
16 de Junio de 2020
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