Estamos en NOVIEMBRE, mes de la Pimienta y de la Coherencia en este Blog.
Comparto con vosotros este artículo que me ha resultado interesante.
La coherencia, esa capacidad de generar una relación lógica entre dos elementos que se complementan, podría parecer un principio obvio para cualquier profesional de la comunicación. |
La reputación corporativa de una
compañía y sus marcas se construye desde el ideario, la divulgación, los actos
y las expectativas que logremos generar en los grupos de interés. Para que estos elementos
generen un mensaje concreto para nuestras audiencias deben estar
interconectados por un hilo conductor, que a su vez debe tener como base la
coherencia.
La coherencia, esa capacidad de generar
una relación lógica entre dos elementos que se complementan, podría parecer un
principio obvio para cualquier profesional de la comunicación; sin embargo, en
la práctica podemos observar que representa un reto de continuidad ante los
intereses individuales de la planeación, el negocio y la coyuntura.
No olvidemos que la marca es un activo
que oscila entre lo emocional, lo financiero e inclusive lo técnico, por lo que
nuestras estrategias se deben gestionar desde diversos frentes y con diferentes
visiones: los intereses de los involucrados, la imagen de la marca (tanto
interna como externa); la visión de los inversionistas y del público en
general; así como la comercialización y los requerimientos legales que pueden
estar implicados. Y no debemos olvidar el futuro, con la gestión de tendencias
y riesgos.
Para lograr que la coherencia logre
conjuntar estos objetivos tan diversos, y que incluso podrían sonar opuestos,
es necesario identificar elementos mínimos comunes como primer peldaño para
después establecer lineamientos básicos que regirán el ejercicio de
comunicación. Estos lineamientos deberán ser seguidos y respetados por todas
las áreas de la compañía, ya que, si no contamos con su colaboración, nuestra
coherencia quedaría en entredicho.
Otra situación a considerar son las
emergencias, que por supuesto pueden presentarse y romperán toda nuestra
planificación. Por ello, gestionar una eventualidad precisa implementar un
proceso crítico de evaluación ágil y dinámico, en el cual se debe evaluar,
adaptar y discriminar los aspectos a divulgar y, muy importante, los canales a
través de los cuales se dará a conocer dicha información.
En este proceso tomarán especial
relevancia las relaciones públicas y la selección de los medios de comunicación
adecuados, lo cual se ha vuelto un tanto relativo debido a la democratización
de la información y de la opinión pública, con los portales web independientes
a los intereses de las grandes cadenas y las redes sociales.
Para lograr que los medios de comunicación
se unan a nuestra coherencia comunicacional, es necesario que identifiquemos la
afinidad que tiene determinado medio con la audiencia y los diversos grupos a
los que queremos llegar.
Además, es importante evaluar el rol de
la marca dentro de la categoría en la que opera, dado que el mix entre lo
online y lo offline es relativo al alcance y reputación si no genera coherencia
con la identidad que buscamos preservar. Es por ello que conceptos como la
comunicación 360 tienden a ser menos usuales, pues pese a que una marca “esté
en todos lados”, no garantiza que esté en la mente de aquellos a los que busca
llegar.
https://www.merca20.com/
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