Estamos en SEPTIEMBRE, mes del Regaliz y de la Accesibilidad en este Blog.
Su labor es escuchar.
Sin presiones, sin juicios y con el único ánimo de ayudar. Antonio Floriano ha
trabajado en el teléfono de la esperanza y ha ejercido más de dos décadas como
médico en Aldea Moret. Ahora gestiona el centro de escucha San Camilo y ejerce
de presidente en ‘Qué bonita es la vida’, una plataforma recién nacida con un
propósito claro: prevenir suicidios. El cacereño pretende a través de este
colectivo ejercer una presión para intentar concienciar sobre esta realidad
‘silenciada’. De hecho, hace una semana, el colectivo que preside presentó a la
Junta una propuesta para desarrollar medidas que ayuden a normalizar esta
problemática social. El teléfono del Centro de Escucha San Camilo es el
616039489 y el Teléfono de la Esperanza de Cáceres es el 927627000.
-¿Por qué
deciden centrar esta asociación en la prevención del suicidio?
-Yo trabajo en el
centro de escucha y es un tema muy recurrente. Pedro Moreno me dijo que si
quería formar con él una oenegé y todo lo que sea para visibilizar esta realidad.
Nos damos cuenta de que cada día hay más suicidios en el mundo. Hay un millón
de suicidios en todo el planeta al año. Aquí hay 3.000 contabilizados, pero sin
registrar habrá muchos más. Y tentativas de suicidios, muchísimas. Todos los
que estamos tocando el pulso a la sociedad continuamente nos hemos dado cuenta
de que hay que hablar de ello y hay que hacer ver que es más frecuente de lo
que creemos. Ya el otro día dimos una conferencia sobre porqué se produce este
fenómeno.
-¿Y por
qué se suicida la gente?
-La gente
está cansada de no ser escuchada, se siente sola, desmotivada, no le ve sentido
a la vida. Es una forma de matar su soledad. Es un grito de socorro.
-¿A qué se
debe el repunte?
-En la
sociedad de ahora es muy difícil encontrar estabilidad. Las redes sociales
influyen. Se han perdido valores. Intentan buscar un refugio a esa incomodidad
y al no encontrarlo decide optar por esa vía.
-¿Hablar
de suicidio ayuda a evitar suicidios?
-Claro que
sí. Cuando verbalizas un problema siempre la presión disminuye porque te
sientes escuchado, comprendido y acompañado. Hay que ponerlo sobre la mesa. Hay
que hacer campañas, debates y hay que desdramatizar la palabra ‘suicidio’ para
que la gente vea que así como hay accidentes de coche, hay personas que pueden
pasar por ahí en algún momento. La gente tiene miedo hablar del suicidio por el
efecto llamada pero hay que tratarlo con normalidad para prevenir que ocurra.
-¿Con
cuánta frecuencia reciben alguna llamada relacionada con intenciones suicidas?
-En el
teléfono de la esperanza casi todos los días había una llamada. Estamos
operativos las 24 horas. Yo he llegado a atender a usuarios a la una de la
madrugada por intento de suicidio. La clave es la disponibilidad. Yo por
ejemplo atiendo una decena de personas con las que contacto cada día. El
propósito es acompañar a la persona. Cuando alguien se siente acompañado, no se
suicida.
19 de Septiembre de 2017
http://www.elperiodicoextremadura.com
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