miércoles, 9 de diciembre de 2015

Encuentra tu "Estado de Flow"

Seguramente todos nosotros hemos tenido la gran oportunidad de experimentar lo que el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi denomina “Estado de Flujo o Flow”.

¿Has estado tan inmerso en una actividad que has perdido la noción del tiempo? ¿Has estado tan atento a lo que alguien decía que has sido incapaz de escuchar que otra persona te estaba hablando? ¿Has focalizado tu atención en algo, llegando a olvidar todo lo que tenías a tu alrededor?

Si algo parecido te ha sucedido alguna vez ya has tenido la gran oportunidad de encontrarte en estado de flujo. “Fluir” tal y como lo define este maestro de la psicología positiva es, por lo tanto, la implicación total en una tarea o actividad, de tal manera que el individuo experimenta un grado de concentración absoluto que le hace poner todas sus habilidades y destrezas al máximo nivel posible.

En el estado de Flow nos encontramos haciendo lo que realmente nos place y apasiona, al menos en ese momento. Es el placer de sentir que estamos haciendo justo lo que en ese instante necesitamos, dejando en segundo lugar en orden de importancia cualquier otra cosa que intente interponerse en nuestro camino.

Podemos experimentar el estado de Flow en prácticamente cualquier situación cotidiana, siempre y cuando nuestras habilidades y las que requiere la tarea estén en equilibrio. Si no fuese así sería imposible. Una tarea que exija un nivel de destreza más alto que el que en ese momento seamos capaces de proporcionar simplemente nos provocaría estrés y ansiedad. De lo contrario, una tarea que exigiese poco nivel de destreza al que nosotros superaríamos con creces nos estaría provocando aburrimiento. Por lo tanto, el equilibrio y sintonía entre lo que somos capaces de dar y lo que la tarea demanda es fundamental para poder entrar en estado de Flow.

Sabiendo esto, es fácil pensar que cada cual encuentre esta paz interior realizando cualquier actividad que para él o ella permita alcanzar este equilibrio del que hablo. Cocinar, hacer deporte, el propio trabajo, pintar, pasear… cualquiera puede encontrar aquellas actividades que le dejen fluir.


Pero detectar esta actividad no es suficiente. Fijarnos una meta alcanzable, alcanzar un alto grado de concentración, trabajar nuestra frustración y miedo al fracaso, permitirnos cometer errores, centrarnos en el proceso y no obsesionarnos con el resultado… todas estas habilidades internas de la psicología emocional son ingredientes positivos que nos empujan hacia la posibilidad de entrar en un estado de Flow.

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