martes, 13 de agosto de 2013

El Vasa: cómo un fracaso puede convertirse en todo un éxito

Nadie trabaja ni pierde su tiempo para cometer errores, pero una vez cometidos qué mejor que poder aprender de ellos y quizás hasta sacarles el provecho que nunca esperábamos obtener.

Hace unos días estuve en Estocolmo visitando el Vasamuseet (Museo del Vasa) y quedé maravillado de cómo lo que en su día fue un fracaso se ha convertido siglos después en todo un éxito.

Me explico, no sin antes contextualizar su historia.


Durante la Guerra de los Treinta Años (siglo XVII), el Rey Gustavo II Adolfo de Suecia mandó construir un gran buque de guerra que tenía que ser el mejor que hasta la fecha hubiera existido.

Tres años de trabajo dieron como resultado el Vasa, un buque que tan solo duró unos minutos a flote tras zarpar desde el puerto de Estocolmo en su viaje inaugural el 10 de agosto de 1628. La inestabilidad con la que había sido construido y la ambición del Rey por tener el barco más grande y poderoso que jamás hubiera habido, sin que en esa época existieran planos de construcción para navíos de tales dimensiones, fueron las principales causas que hicieron que una ráfaga de viento volcase la nave sumergiéndola a 32 metros en las profundidades del puerto de Estocolmo, donde permaneció durante más de 300 años.

A partir de ese momento el Rey se dedicó a buscar y perseguir a los supuestos culpables del hundimiento, cuando en realidad él había sido el principal responsable del mismo.

En 1961 el barco fue extraído de las profundidades y, tras las pertinentes tareas de restauración, se consiguió salvar prácticamente el 95% de sus piezas originales que hoy se exponen. El Vasamuseet es en la actualidad el museo más visitado de Escandinavia y atrae a más de un millón de visitantes cada año.

El fracaso de lo que iba a ser un buque histórico en la Guerra que Suecia tenía contra Polonia, se ha convertido casi 4 siglos después en todo un éxito para la atracción del turismo en la capital sueca.

Los errores y fracasos sin duda hay que intentar evitarlos, pero una vez cometidos hay que sacarles todo el provecho que se pueda y, para ello, la actitud juega un papel fundamental.

En los tiempos que corren hemos escuchado muchas veces aquello de “una crisis trae consigo nuevas oportunidades”. Esperemos que no con tantos años de por medio como ocurrió con el Vasa, tengamos esa actitud positiva que nos lleve a encontrar soluciones y oportunidades derivadas de esta crisis como lo hicieron los rescatadores del buque y creadores del museo y no quedarnos sólo con el lamento de los fracasos y la búsqueda de culpables, como en su día hizo el Rey.

Recordemos que la actitud con la que nos tomamos los sucesos que se nos presentan en nuestro camino depende únicamente de nosotros mismos. Seamos capaces de alcanzar nuestros objetivos y nuestras metas sin venirnos abajo a pesar de encontrarnos con sombras en ese camino. Para que haya sombras es necesario que haya también luz y es en ella en la que debemos centrarnos.

2 comentarios:

  1. Como siempre Álex un artículo para reflexionar. A todos nos molesta y nos duele cometer errores pero desde luego creo que es importante aprender de ellos y reaccionar positivamente en vez de quedarse lamentándolo o buscando culpables. Nuestra actitud debe ser positiva procurando no volver a cometerlos y aprender de lo ocurrido para mejorar en el futuro. Yo también espero que podamos alcanzar nuestros objetivos sin tener que esperar tanto como con el caso Vasa!!! Un saludo.

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    1. Soy de pensamiento positivo, por lo que confío en que el creer en nosotros mismos, la actitud y la constancia nos lleva sin duda a conseguir lo que nos proponemos confirmándose aquello de "querer es poder". (Comparto tu comentario en facebook por parecerme muy enriquecedor)

      Un saludo y gracias por tu dedicación.

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