Comparto con vosotros este artículo que me ha resultado interesante.
La vida incluye
adversidades y seguramente vamos a vivir situaciones que pueden llevarnos a
nuestro límite, poner a prueba nuestra fuerza y hacer que dudemos si realmente
tenemos la capacidad y voluntad suficientes para no dejarnos vencer y seguir
adelante. En estos momentos es donde necesitamos la resiliencia;
la capacidad para adaptarnos, aprender y salir fortalecidos de las situaciones
difíciles.
De acuerdo a Karen
Reivich y Andrew Shatte, autores del libro The Resilience Factor,
la resiliencia es quizás el ingrediente crucial para disfrutar de una vida sana
y feliz, con la característica de que se puede aprender y desarrollar a
cualquier edad y bajo cualquier circunstancia. Más que cualquier otra
habilidad, es lo que determina qué tan bien manejamos aquellas situaciones que
nos desgastan o derrumban, como luchar contra una fuerte enfermedad,
sobreponerse a la terminación de una relación particularmente dolorosa o
complicada, la muerte de un ser querido, o levantarse de una crisis económica.
La gran ventaja de la resiliencia es que se puede aprender y desarrollar a
cualquier edad; al enfocarte en incrementar tu resiliencia podrás sobreponerte
y salir fortalecido de cualquier situación que la vida te ponga en el
camino.
Tips para desarrollar la resiliencia:
Estos son algunos tips
de autores y científicos que han estudiado y analizado las características,
hábitos y creencias de aquellas personas que se han encontrado al borde del
abismo y han salido adelante, creciendo de esa experiencia para continuar dando
lo mejor de sí.
Mentalidad Expansiva: La conexión entre tener una
mentalidad/personalidad enfocada en soluciones y la resiliencia, ha sido
confirmada varias veces.
Lo más importante para
desarrollar la resiliencia son las creencias y pensamientos que se tienen con
respecto a los errores y fallas. Una persona resiliente está convencida que
éstos son esenciales para crecer y ser mejor, no les apena tener fracasos
porque siempre se preguntan, ¿Qué tengo que aprender de esto? y al realmente
aprender ya no es un fracaso.
De igual manera están
convencidas que no son víctimas de su pasado y que pueden cambiar su realidad y
salir adelante con las habilidades y dedicación suficiente.
Tener estas creencias
los hace seguir aprendiendo y esforzándose cuantas veces sea necesario para
lograr los objetivos.
- Inteligencia Emocional: Todas las personas sienten ansiedad y miedo, la diferencia es que las menos resilientes se bloquean, y las más resilientes, encuentran formas de reducirlos analizando cada situación con preguntas como, ¿Cuál es el peor escenario, el mejor y qué es lo que realmente puede pasar?, ¿Qué alternativas puedo desarrollar para cada caso?, y se permiten pedir apoyo exponiendo la situación a expertos para encontrar nuevas alternativas.
- Fortalezas y Debilidades: Son personas que se conocen bien, identifican claramente sus fortalezas de carácter y competencias técnicas, se enfocan en utilizarlas y desarrollarlas en todas sus actividades porque saben que de esta forma será más fácil cualquier situación, pero también identifican aquellas debilidades en las que tienen que trabajar para fortalecerlas y desarrollarlas.
- Responsabilidad: Cuando
algo sale mal, las personas menos resilientes se enfocan en “por qué a mí”
o “quién es el culpable”, por el contrario, las personas resilientes toman
responsabilidad (no se culpan) de todas las situaciones, controlan lo que
pueden controlar y saben que ellos son los mejores (y los únicos) para
cambiar su realidad. Tienen la seguridad que esos momentos no serán
eternos y que su futuro dependerá de la manera en que decidan reaccionar.
- Curiosidad: De
acuerdo al libro The Resiliency Advantage, escrito por el Dr.
Al Siebert, la curiosidad es esencial para la resiliencia, porque si
deseas interactuar efectivamente con una situación difícil, tu cerebro
necesita entender rápidamente lo que está sucediendo. A las personas
curiosas les interesa escuchar e indagar, para así comprender que es lo
que necesitan para solucionar una situación.
- Aprendizaje Constante: Al
estar constantemente aprendiendo diferentes cosas, leyendo, asistiendo a
clases o seminarios, indagando, escuchando, manteniéndote abierto a ideas
nuevas y diferentes; tu cerebro se va adaptando a manejar situaciones que
no le resultan fáciles, y cuando esto se hace una práctica constante, vas
creando confianza en ti mismo para cuando surja una situación más difícil
de resolver.
- Relaciones Personales: Las
personas resilientes fomentan y mantienen buenas relaciones con
familiares, amigos y otras personas importantes en su vida y cuando tienen
situaciones difíciles. Les es fácil aceptar la ayuda y apoyo de esas
personas porque los quieren y escuchan.
- Tienen Metas: Ponerse
metas realistas que requieren esfuerzo, es una forma de desarrollar la
resiliencia porque te acostumbras a caminar en la dirección que te lleva a
lograr lo que te propones, sin importar donde estés.
- Creatividad: Las
personas resilientes no se limitan a creer que las cosas volverán a ser
igual, por el contrario, transformarán creativamente esa experiencia
difícil o dolorosa, en un aprendizaje que aportará crecimiento y
contribución en sus vidas y en su entorno.
- Técnicas de Respiración y
Meditación: El uso de estas técnicas, ayuda a
desarrollar la actitud mental y el manejo emocional necesarios
para ser más estables y poder responder asertiva y constructivamente
a las situaciones.
El resultado de
desarrollar y fortalecer la resiliencia es que te permite entablar relaciones
personales cálidas y sólidas, desempeñarte a tu máximo potencial, llegar muy
alto profesionalmente y aún tener tiempo y energía para hacer otras cosas que
disfrutas.
Una empresa que cuente
con equipos de trabajo resilientes, no solo construirá un ambiente de
perseverancia y aprendizaje, sino que logrará mayor productividad y
rendimiento.
28 de Marzo de 2017
https://www.entrepreneur.com/
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