… y la personal, porque al
fin de cuentas pasar por un proceso de reinvención en el trabajo o en la vida
privada no deja de ser un cambio en tu rutina del que nadie dijo fuera
fácil.
Reinventarse es una palabra
que lleva implícita varios aspectos. Por un lado un aspecto motivacional,
porque induce a movimiento, es decir, se requiere de un esfuerzo y de un
trabajo que nacerá de la propia persona y estará orientado a conseguir un fin. Por otro, un aspecto de optimismo, porque ese fin que se querrá alcanzar se supone será mejor que la situación actual que se tenga, pues de lo contrario evitaríamos
tener que dedicar tiempo y esfuerzos en el proceso de cambio. El hecho de que
el objetivo a alcanzar se vislumbre como mejor que el momento actual
retroalimenta la motivación por alcanzarlo pronto, por lo que uno pondrá todo su empeño en hacerlo lo mejor posible. Si nos fijamos se trata de un círculo virtuoso en el que un factor motivacional convive y retroalimenta
a un factor de positivismo que, a su vez, retroalimenta al primero.
Pero el concepto
reinventarse también lleva implícitas algunas cuestiones: ¿para qué?, ¿por
qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?... Un análisis a fondo de estas cuestiones sería un
estudio necesario que deberías realizar antes de poner en marcha el
proceso de reinvención que te propongas.
En este artículo, sin embargo,
voy a referirme a aspectos que subyacen a estas cuestiones. Más específicamente al hecho de si la reinvención es una imposición o una elección. A veces la vida te obliga a salir de tu zona de confort en
situaciones como pueden ser la enfermedad propia o de un ser querido cercano, en
cuyos casos puede aparecer una dependencia hasta el momento inexistente, una ruptura sentimental que
puede obligarte a abandonar tu lugar de residencia, un despido laboral que te
deja en el paro y en situación de precariedad, etc. Otras veces, en cambio,
eres tú quien decides salir de tu zona de confort porque te sientes estancado y
te urge un cambio de rutina en lo personal y/o profesional.
Sea impuesta o sea optativa es aconsejable que ante la reinvención que te propones llevar a cabo siempre analices
las cuestiones a las que antes hacía referencia, marcándote unos objetivos a
corto, medio y largo plazo y estableciendo un plan de acción (que necesariamente
irás remodelando) para alcanzar las metas y submetas que te hayas marcado.
La capacidad de creación y
la pérdida del miedo a experimentar y equivocarte son tus aliadas en esta nueva
etapa. Tienes que ser consciente de que abandonar tu zona de confort no va a
ser una tarea fácil y debes, por lo tanto, afrontarla con tu máximo nivel de
energía, porque de lo contrario puedes acabar fastidiando el plan y haciendo
que te arrepientas de haber decidido emprenderlo. Debes ser consciente también que
para llegar a tus objetivos quizás tengas que desviarte temporalmente de los
mismos y usar ese desvío como trampolín para saltar con más fuerza hacia el
objetivo final. Por ejemplo, en el terreno laboral quizás tengas que ocuparte momentáneamente en lo que puedas y no en lo que quieras, pero no dejes de buscar lo que quieres
aunque sea dedicándole un minuto al día; porque lo que está claro es que la
inactividad sólo conduce a más inactividad.
Como dijo Jim Rohn, empresario estadounidense, autor y orador motivacional, “Si no te gusta donde estás ¡muévete!, no eres un árbol”. Cita que nos lleva a pensar que ante la necesidad (sea por imposición o por elección) de abandonar tu zona de confort debes conectar tus objetivos personales / profesionales con lo que estés haciendo ahora, dando forma a tus ideas y convirtiéndolas en proyectos concretos que tendrás que poner en marcha sólo cuando consideres estar preparado para ello.
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