Son numerosas las investigaciones y
proyectos que escarban en los organigramas de empresas exitosas para descubrir
los ingredientes que unen pasión, liderazgo, colaboración o creatividad en los
equipos. Desde Microsoft apuntan cuáles son las claves necesarias para el éxito.
Digitalización trepidante, equipos descentralizados, metodologías ágiles, trabajo remoto, software colaborativo… el siglo XXI está cargado de novedades y desafíos para empresas de todos los tamaños y colores. La competencia es feroz, los equipos de trabajo evolucionan rápidamente y la tecnología no deja de avanzar. ¿Cómo es posible conseguir que los engranajes de un equipo se alineen y funcionen, extrayendo lo mejor del talento de sus miembros y asentando un ambiente positivo?
En noviembre, Microsoft anunció un
proyecto que llaman The Art of
Teamwork, en asociación con la firma de diseño IDEO. La
compañía estudió docenas de equipos de diversas industrias junto con las
últimas investigaciones en referencia a los vectores del éxito en los espacios
de trabajos actuales. Para ello, se formularon preguntas como “¿cuál es la
composición correcta del equipo?, ¿cuál es la mejor manera de inspirar a un
equipo a enfrentar un desafío particularmente complicado? o ¿qué hacer cuando
un equipo encuentra tensiones interpersonales?
5 rasgos principales que comparte un equipo exitoso
Estos han sido los resultados del estudio:
Propósito claro del equipo: Tener un
propósito común genera un significado y sentido de pertenencia fundamental
para todo el equipo. Los objetivos colectivos propician mejor
productividad, alineación de esfuerzos y empoderamiento de cada miembro.
También mejora el liderazgo cooperativo y la toma de decisiones.
Identidad colectiva: El ser humano
es un animal gregario por naturaleza, y necesita sentir que forma parte de
algo. Por ello, los mejores equipos han forjado un gran sentido de
pertenencia para cada miembro, reflejando los valores, acuerdos y rituales
del equipo, claves para el sentido de cohesión.
Conciencia e inclusión: La conciencia
implica la autoconciencia (que ayuda a las personas a mediar en cómo
se muestran al trabajar con otros), la co-conciencia (que es estar alerta
a cómo sus interacciones afectan a los demás) y la conciencia situacional (que
requiere adaptarse a una variedad de escenarios en un manera empática,
emocionalmente inteligente). La inclusión abre las puertas a la diversidad
respetando y alabando las diferencias, sabiendo que estas no son un problema
sino riqueza.
Confianza y vulnerabilidad: La seguridad
emocional y psicológica dentro del equipo permite a las personas ser más
genuinas, asumir riesgos y compartir de forma abierta sus ideas y
opiniones. Con confianza, las personas pueden mostrarse vulnerables,
solicitar ayuda y forjar conexiones profundas con sus compañeros.
Tensión constructiva: Los grandes
equipos no están exentos de conflictos, sino que los resuelven y aprovechan sus
diferencias, ampliando los puntos de vista y estimulando el pensamiento crítico
sin condenar los puntos de vista opuestos.
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