En algún momento te habrás sentado frente a
la pantalla de tu ordenador para redactar lo que será tu CV y carta de
presentación con los que solicitar empleo en alguna empresa.
Quizás hace unos años la elaboración de un CV
estándar o la simple cumplimentación de una plantilla curricular a través de
una web de empleo eran suficientes para conseguir una entrevista con el
departamento de selección.
Ahora las cosas se han complicado, y bastante. El número de webs que ofrecen
empleo ha caído empicado; en las pocas ofertas publicadas son cientos de candidatos los
que se inscriben en cuestión de minutos y por mucho que sea nuestro esfuerzo en
escribir, imprimir, fotocopiar, ensobrar y entregar en los departamentos de
recursos humanos de las empresas, vemos que no es fácil conseguir una
respuesta en la que se nos cite a una entrevista.
¿Qué podemos hacer entonces? ¿Cuáles son las armas que podemos poner en juego para tener más éxito en la búsqueda de empleo?
El CV es, en muchas ocasiones, tu carta de
presentación y la primera toma de contacto con la empresa a la que te diriges.
Es bien sabido que el CV es tan sólo un resumen de lo que en realidad esconde
cada persona en sus diferentes aspectos: emocional, motivacional, de
habilidades, de experiencia y de capacidades, pero es cierto que el CV es la
primera de las pruebas de fuego por las que pasas como candidato en cualquier
proceso de selección.
Por encontrar una metáfora, imagínate cuando estás en
la discoteca y pasas por delante del chico o chica que te gusta. Sólo captarás
su atención si destacas en algo diferente al resto. Para ello conocer un poco
más de él o de ella te ayudará a adaptarte a sus gustos, pero ojo!!, siendo en
ello muy importante que nunca pierdas tu esencia y tu personalidad,
básicamente porque nadie puede ser actor o actriz por mucho tiempo. Con el CV
ocurre lo mismo, al entrevistador o entrevistadora el CV debe entrarle por los
ojos antes que trate de profundizar más en él. La forma en la que esté
redactado, la creatividad y la originalidad del formato, así como la capacidad
de síntesis que se haya tenido al hacerlo son claves en esa captación de la
atención.
Una vez superada esa primera etapa, ya en la
entrevista de trabajo, volvemos a exponernos a una nueva prueba de fuego que es
crucial y que en gran medida va a depender de la imagen personal, pues si esta
falla adiós al resto de proyecto. El contenido será importante, pero no en una
primera toma de contacto sino más adelante. Para saber si realmente le gustas
o no a ese chico o chica con quien intentaste ligar en la discoteca tendrá que
haber diferentes citas en las que poco a poco irás profundizando en gustos,
hobbies y maneras de ser que acaben por determinar la compatibilidad o
incompatibilidad en la futura pareja. Pero date cuenta que esto no podrá nunca existir si no pasaste
las primeras fases de captación de la atención.
Una buena coordinación entre tu imagen exterior,
el lenguaje y su tono junto con la gesticulación adecuada al entorno físico en el
que se desenvuelve la situación son clave para captar la atención del
entrevistador. Posteriormente, tu experiencia, tus habilidades, la motivación
que muestres para el puesto de trabajo ofertado, la predisposición, las
aptitudes y, en definitiva, la idoneidad de tu perfil serán las que le ayuden a
tomar la decisión definitiva. Pero recuerda que todo ello toma relevancia en
una segunda o tercera etapa, pues las primeras fases se mueven entorno a un
formato curricular y a una imagen personal que son captadores de atención destacando entre muchas otras personas que se encuentran en una situación como la
tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario