No es la primera vez que escribo en este blog sobre la herramienta Evaluación del Desempeño (en adelante, ED) que cada vez más las empresas utilizan con este u otro nombre para evaluar la consecución de objetivos, principalmente individuales, a lo largo de un periodo de tiempo.
Como profesional, con amplia experiencia en la
Dirección de RRHH, en la capacitación de mandos intermedios y directivos sobre
la ED y, a punto de comenzar mi quinta colaboración en un posgrado universitario
internacional en el que impartiré sesiones de esta herramienta a profesionales de
diferentes sectores y cargos, me veo con ánimos de compartir hoy esta importante
reflexión. Una reflexión sobre el gran error que he ido observando que cometen
muchas personas cuando se les hace partícipes en un programa de evaluación.
A menudo, pensar en la ED se reduce a pensar en la obtención
de un bonus anual, un incentivo que, aunque atractivo y no olvidemos que voluntario
por parte del empresario, no debe ser el único enfoque que tengamos al
considerar esta herramienta. La ED es un proceso integral que, bien aplicado,
puede ofrecer una serie de beneficios sustanciales para el desarrollo
profesional de cada empleado y para la organización en su conjunto.
Por poner algunos ejemplos de estos beneficios, más allá del monto económico, destacamos:
- Promoción interna: la ED proporciona un histórico
claro de consecución de objetivos para identificar el talento interno y las oportunidades de
crecimiento. Permite reconocer las habilidades y competencias que un empleado
puede aportar a un puesto superior, facilitando así una promoción que beneficia
tanto al individuo como a la empresa.
- Revisión salarial: puede servir como un referente
objetivo para justificar o no una revisión salarial.
- Flexibilidad y conciliación: la ED no solo se trata de medir
resultados, sino también de entender las necesidades de los empleados. A través
de este proceso, se pueden identificar áreas donde ofrecer un pack de
retribución emocional como podría ser mayor flexibilidad laboral, ayudando a
los empleados a alcanzar un mejor equilibrio entre su vida personal y
profesional.
- Desarrollo de competencias: puede ser utilizada para
identificar brechas de habilidades y ofrecer oportunidades de capacitación. Esto
no solo beneficia al empleado, sino que también fortalece a la organización, ya
que crea un equipo más competente y preparado para enfrentar los desafíos del
mercado.
Es por lo tanto esencial adoptar una perspectiva más amplia sobre
la ED. Como empleados, debemos ver la evaluación como una oportunidad para
recibir feedback constructivo que nos permita mejorar y crecer. Como mandos o
directivos, nuestra responsabilidad es utilizar la ED para impulsar a nuestros
equipos hacia el logro de los objetivos organizacionales. No se trata solo de
evaluar, sino de fomentar un ambiente de aprendizaje continuo.
Evitemos todos caer en el error de quedarnos solo en los beneficios directos e inmediatos de la ED como puede ser el premio económico. Al centrarnos únicamente en el bonus estaremos perdiendo de vista otras oportunidades que podemos dar y recibir en nuestra trayectoria profesional dentro de la organización. Por ello, ampliemos nuestro campo de criterio y de visión en el tiempo y en el espacio.
Reflexionemos sobre ello y dejaremos de decir y escuchar comentarios como "es demasiado esfuerzo el que me piden para el bonus que me ofrecen", "la ED es una pérdida de tiempo porque lo hagas bien o mal no tendrá mayores consecuencias", "la ED es una invención del departamento de recursos humanos"...